
El dilema del papel higiénico en China: una interpretación orwelliana de los servicios públicos
En los últimos años, China ha reflejado cada vez más las realidades opresivas de las narrativas distópicas de George Orwell, en particular con la implementación de sistemas de crédito social. Ahora, un interesante avance pone de relieve el alcance del Estado, incluso en los baños públicos.
Acceso innovador pero controvertido al papel higiénico
Según una publicación reciente de China Insider en redes sociales, algunos baños públicos están implementando un sistema en el que los usuarios deben escanear un código QR en dispensadores de papel higiénico específicos. Este proceso requiere que las personas vean un anuncio en sus teléfonos inteligentes antes de poder acceder al suministro mínimo de papel higiénico.
Costos y justificaciones detrás del cambio
Para quienes prefieren no participar en este proceso publicitario, existe una alternativa: por tan solo 0, 5 yuanes (aproximadamente 70 céntimos), los usuarios pueden evitar los anuncios y obtener papel higiénico adicional. Las autoridades justifican este método como una medida para evitar el despilfarro, aparentemente con el objetivo de reducir el consumo excesivo de papel higiénico.
Reacción pública y comparaciones orwellianas
Las reacciones en redes sociales a estos acontecimientos han estado plagadas de referencias a la naturaleza orwelliana inherente de tales prácticas. Los usuarios cuestionan las implicaciones de vincular las necesidades humanas básicas con la publicidad, señalando cómo esto refleja una preocupante tendencia hacia una mayor vigilancia y control.
Un contexto histórico de la regulación del acceso
Esta política sobre el papel higiénico, aunque impactante, no es un incidente aislado. En 2017, se tomó una medida aún más alarmante cuando el parque del Templo del Cielo de Pekín introdujo tecnología de reconocimiento facial en sus dispensadores de papel higiénico, lo que generó gran preocupación en torno a la privacidad y la omnipresencia de la vigilancia estatal.
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