Los 7 mejores videojuegos con dioses muertos

Los 7 mejores videojuegos con dioses muertos

Con el tiempo, he desarrollado un profundo aprecio por los videojuegos ambientados en mundos desolados o abandonados. Estos escenarios evocan una mentalidad reflexiva, allanando el camino para una inmersión enriquecedora y experiencias profundas.

Hay algo singularmente atractivo en explorar las ruinas de civilizaciones perdidas o rememorar épocas gloriosas. Como jugadores, buscamos descubrir las narrativas que yacen enterradas bajo los vestigios del tiempo, contrastando el pasado con el mundo moderno para absorber su historia y profundidad emocional.

Una vía cautivadora que este tema toma es a través de la religión, en particular en lo que respecta a la exploración de la relación de la humanidad con los seres divinos. La ausencia de estas deidades y el impacto de tal vacío pueden alterar significativamente el mundo representado en estos juegos.

Esta faceta narrativa, aunque poco explorada, puede generar experiencias de juego extraordinarias. Aquí presento siete videojuegos de primera categoría donde los dioses han encontrado su fin, con diseños fascinantes y una narrativa profunda.

7 Fe: La Trinidad Impía

Sólo hay lugar para los demonios

Fe: La Trinidad Impía

En Fe: La Trinidad Impía, a pesar de su contexto cristiano y la inminente presencia de Dios, nunca presenciamos su aparición. En cambio, la narrativa se centra en los Padres García y Ward, quienes utilizan sus habilidades de exorcismo y otras tácticas terrenales para combatir a los sectarios empeñados en invocar una entidad que aniquila el mundo.

A pesar de enfrentarse a una miríada de horrores demoníacos, los protagonistas se encuentran privados de la ayuda divina. Deben confiar únicamente en su resiliencia y fe en momentos de terror, lo que agudiza la sensación de desesperación.

Aunque dudo en declarar a Dios como completamente muerto en el universo de este juego, la menor influencia divina y la dependencia de los personajes de sus creencias personales sugieren una distancia que puede llevarlos a cuestionar su existencia.

6 Blanco neón

No hay dioses, solo ángeles

Esquivando balas enemigas en blanco neón

Blanco Neón ofrece una perspectiva fresca sobre las narrativas divinas, retratando a Dios no como un ser absolutamente perfecto, sino como una figura con más defectos y con un aire humano. Aquí, los habitantes del cielo confinan a Dios, estableciendo una dinámica única que trastoca las jerarquías tradicionales.

Si el encarcelamiento no equivale a la muerte, la ausencia de Dios permanece palpable, pues los supuestos «Creyentes» distorsionan los mandatos celestiales para su propio beneficio. La narrativa se desarrolla en un contexto de fascinante juego en primera persona, que invita a una profunda inmersión del jugador.

Aunque normalmente evito la terminología técnica en estas discusiones, la ausencia temática de Dios impulsa significativamente la historia, convirtiendo a Neon White en un título independiente imprescindible.

5 Sal y Santuario

Una ficción divina

Juegos que te harán fan de Souls: Salt y Sanctuary

En Salt and Sanctuary, la nomenclatura divina se vuelve ornamental, presentando un mundo donde las supuestas deidades revelan su mortalidad y debilidad. Los jugadores se encuentran adorando figuras que ilustran la inutilidad de la devoción en un universo duro y opresivo.

El juego enfatiza una significativa falta de esperanza, forzando a los jugadores a un ciclo de autoengaño sobre la divinidad a la que se aferran. La atmósfera opresiva está magistralmente diseñada, combinando elementos de Metroidvania y jugabilidad tipo Souls para crear una experiencia inolvidable.

Un giro irónico surge cuando el único jefe del juego, «Dios», demuestra ser una entidad vulnerable que puede sangrar y ser derrotada, haciendo eco de los temas más amplios de engaño dentro de la narrativa.

4 Mentiras de P

Buscando la ascensión

La marioneta sin nombre cambia de fase en Mentiras de P

Mentiras de P entrelaza la realidad con la fantasía mientras los jugadores navegan por un mundo dominado por un dios desmembrado cuya influencia se siente profundamente a lo largo de la narrativa. Un antagonista complejo aspira a aprovechar el poder de esta deidad fallecida para trascender sus propias limitaciones.

A pesar de haber alcanzado mayor poder gracias a los Alquimistas, es evidente que la mortalidad de la humanidad nos recuerda ineludiblemente nuestras limitaciones. La trama del juego entrelaza intrincadamente los temas del títere y el culto, creando una nueva versión del clásico cuento de Pinocho.

Lies of P destaca no solo por su pulida jugabilidad sino también por su rica construcción de mundos, estableciéndose efectivamente como una obra maestra moderna.

3 Miedo y hambre

Una mitología de reminiscencias

Enfrentándose al Dios del Miedo y el Hambre en el JRPG de terror Fear & Hunger.

Fear & Hunger presenta una historia sorprendentemente intrincada que examina su panteón de dioses con profundidad. El juego incluye no solo figuras omnipotentes y dioses falsos, sino también restos de deidades fallecidas, lo que enfatiza un mundo abandonado por la presencia divina.

En este universo, los jugadores pueden interactuar con ecos del pasado, mientras que los dioses recién ascendidos son meras sombras de significado histórico. Esto subraya un tema recurrente en el juego: la ausencia de guía o apoyo divino.

El panteón caótico aumenta la intensidad del juego, donde el pavor impregna cada rincón, creando una narrativa inmersiva que resuena durante todo el juego, reforzando su lugar como un título destacado de los últimos años.

2 ULTRAKILL

Una vida después de la muerte en el caos

Alcanzar el rango máximo en Ultrakill

En ULTRAKILL, un momento conmovedor ocurre cuando un arcángel confronta al jugador y le dice: «Acéptalo, hermano, Dios ha muerto».Estos momentos impregnan la experiencia, desafiando las narrativas convencionales y creando una trama cautivadora en medio de un paisaje caótico.

Un mundo plagado de confusión y conflicto prepara el terreno para una exploración única de temas religiosos, alterando las mitologías tradicionales. Gracias a su fascinante mecánica de juego, ULTRAKILL destaca no solo como un título narrativo, sino también como uno de los mejores juegos de disparos en primera persona de la historia, con un juego de armas frenético e ingenioso.

El lema «La sangre es combustible y el infierno está lleno» resume el enfoque único del juego en su extraño pero cautivador viaje a través del nihilismo y la ausencia divina.

1 Almas oscuras

Entre humanos y conchas

Dark Souls vinculará el final de fuego

Jugar a Dark Souls deja una profunda sensación de vacío que perdura mucho después de terminar el juego. El viaje implica luchar contra los restos de dioses antaño ilustres, revelando la dolorosa desconexión entre los venerados y su decadencia actual.

Cada dios que conocemos en Lordran lleva descripciones como ilusorio y fallido, despojándolos de cualquier esencia divina verdadera y subrayando la maldición generalizada que prioriza a la humanidad sobre lo eterno.

Si bien BioShock proclama con su famosa frase: «Sin dioses ni reyes. Solo hombres», Dark Souls ejemplifica este tema, adentrándose en una narrativa carente de testigos divinos, sumergiendo a los jugadores en un mundo marcado por la ausencia.

Si aún existen entidades que puedan considerarse dioses, solo existen como ecos de un tiempo ya pasado. Lo que queda es una fachada, que insinúa una normalidad perdida donde incluso los guardianes del fuego actúan por instinto, mostrando la profunda narrativa filosófica del juego.

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