
Uno de los principios fundamentales para un asesino es la importancia de permanecer sin ser detectado; es mucho más ventajoso existir como una sombra que blandir una espada imprudentemente a plena vista.
Ubisoft captó con maestría esta filosofía al lanzar la revolucionaria franquicia Assassin’s Creed. En sus inicios, antes de la proliferación de anacrónicas peleas contra jefes y las limitaciones de nivel, la serie destacaba por su juego estratégico y sigiloso, centrado en alcanzar discretamente al objetivo y ejecutar la misión con eficiencia, aunque no siempre con sutileza.
En este artículo, analizaré las principales entradas de la serie Assassin’s Creed para identificar qué juegos logran ofrecer una experiencia centrada en el sigilo.
Para mayor claridad, esta clasificación incluye solo títulos de la serie principal. La selección se basa no solo en las mecánicas de sigilo, sino también en cómo estas mejoran la jugabilidad general y el diseño de niveles.
10 Assassin’s Creed
El juego que lanzó una franquicia

Colocar al Assassin’s Creed original en la primera posición es un desafío debido a su dinámica de juego anticuada, que incentiva a los jugadores a utilizar tácticas sigilosas al acercarse a los objetivos.
Si bien la experiencia de atravesar los tumultuosos paisajes del Levante durante la Tercera Cruzada y eliminar cuidadosamente a los líderes templarios encarna lo que la serie busca lograr, mi nostalgia por este título supera su efectividad de juego actual.
A pesar de su impacto inicial, la versión de 2007 ahora se siente obsoleta, con diseños de mapas simplistas y opciones de sigilo repetitivas, como esconderse en bancos, lo que disminuye el factor diversión después de solo un par de horas.
9 revelaciones de Assassin’s Creed
El enfoque audaz de Ezio

A medida que Ezio se vuelve más viejo y formidable, hay una marcada reducción en los incentivos para utilizar tácticas de sigilo.
Las misiones se inclinan a fomentar la confrontación directa, ya que las habilidades de combate de Ezio eclipsan el sigilo. Aunque cuenta con un arsenal para realizar derribos silenciosos, el diseño de niveles ofrece poca motivación para permanecer encubierto.
Por momentos, me encontré adoptando la personalidad de Ezio como un feroz líder de una banda en lugar de un asesino sigiloso, paseando por las vibrantes calles de la antigua Constantinopla con un sentido de pertenencia.
8 Assassin’s Creed Odyssey
Un cambio de enfoque

Si bien Assassin’s Creed Odyssey es un juego visualmente impresionante, descuida en gran medida la esencia central de su franquicia.
Basándose en la estructura de juego introducida en Origins, los jugadores se embarcan en una extensa aventura de rol de acción que, desafortunadamente, descuida los elementos de sigilo fundamentales de la serie.
Si bien los jugadores pueden utilizar elementos ambientales para realizar maniobras sigilosas (con la introducción de un botón para agacharse que mejora las tácticas para pasar desapercibidos), la noción de verificar los niveles de equipo antes de un asesinato resta valor significativamente a la experiencia.
En esencia, si bien el modo de juego sandbox y las diversas configuraciones brindan espacio para la creatividad, la sensación de ser un verdadero asesino está notablemente ausente en Odyssey.
7 Assassin’s Creed II
El origen de una leyenda

En lugar de arrojar a los jugadores directamente a la refriega, Assassin’s Creed II desarrolla cuidadosamente la narrativa de la transformación de Ezio en un asesino, lo que lo convierte en un título memorable en gran parte debido a su diseño de niveles.
Esta secuela toma las limitaciones tecnológicas de su predecesor y las amplía, creando un clásico que incorpora con éxito mecánicas de sigilo en numerosas misiones, incluidos los segmentos de sigilo obligatorios.
Sin embargo, al revisitar este título, se revelaron algunos elementos de juego torpes y anticuados. Muchas misiones principales, a pesar de los posibles encuentros sigilosos, resultaban laboriosas debido a la excesiva repetición y al relleno innecesario de la jugabilidad.
6 Assassin’s Creed III
Navegando por el terreno americano

Assassin’s Creed III introdujo un sistema de parkour renovado que permite a los jugadores atravesar la naturaleza estadounidense trepando árboles, escondiéndose en la hierba alta y moviéndose sigilosamente hacia sus objetivos.
Sin embargo, este juego limita sus capacidades de sigilo, ya que los jugadores se benefician principalmente de las mejoras ambientales en lugar de una experiencia de sigilo redefinida.
Si bien la inmersión de jugar como Connor en un Nuevo Mundo reinventado es palpable, Assassin’s Creed III sirvió principalmente como precursor de cambios transformadores en las futuras entregas de la franquicia.
5 Assassin’s Creed Syndicate
La dualidad del juego

La introducción del lanzador de cuerdas en Assassin’s Creed Syndicate revolucionó la movilidad dentro del entorno urbano del juego.
Si bien el énfasis en el sigilo no es tan pronunciado, los jugadores pueden aprovechar el parkour de alta velocidad junto con el árbol de habilidades único de Evie para explorar los tejados de Londres de manera interesante.
Cabe destacar que la habilidad Camaleón de Evie, que le permite volverse invisible cuando está quieta, se destaca como una característica destacable.
A pesar de dejar atrás ciertas innovaciones de Assassin’s Creed Unity para adoptar un enfoque más centrado en la acción, Syndicate aún ofrece momentos de juego estratégico.
Sin embargo, cabe señalar que, si bien el sistema de cobertura y la mecánica de lucha proporcionan cierta variedad, no introducen elementos de juego nuevos sustanciales.
4 Sombras de Assassin’s Creed
Abrazando el sigilo

Aunque las entradas recientes de la serie se han alejado de los elementos centrales del sigilo, Shadows surge como un título destacado para los fanáticos de la infiltración.
Esta entrega introduce la posibilidad de tumbarse y moverse en espacios reducidos, lo que mejora significativamente el sigilo. La opción de ocultarse en las sombras complementa a la perfección la jugabilidad de un asesino samurái.
Uno de los aspectos más atractivos del juego es la libertad de elección; los jugadores pueden seleccionar a Naoe para un enfoque sigiloso o a Yasuke para un asalto agresivo y directo.
El contraste entre las tácticas sutiles de Naoe y el poder puro de Yasuke crea una experiencia de juego flexible que enriquece los elementos de sigilo del juego.
3 Assassin’s Creed IV: Black Flag
Sutileza en medio de la piratería

Elogiar Assassin’s Creed IV: Black Flag por sus mecánicas de sigilo puede parecer contradictorio, dado su enfoque en la piratería y la guerra naval. Sin embargo, esta entrega se basa con éxito en las bases del sigilo establecidas en Assassin’s Creed III.
Edward Kenway demuestra ser sorprendentemente hábil en el sigilo; la emoción de liberar sigilosamente fuertes y plantaciones de azúcar del Caribe a menudo eclipsa la emoción de las batallas navales.
Black Flag aumenta las apuestas para los jugadores que adoptan un enfoque sigiloso al aumentar significativamente la dificultad de las misiones si los jugadores no logran sabotear los sistemas de alarma.
2 Assassin’s Creed Mirage
Un regreso al sigilo
Mirage se anuncia como el regreso de las raíces de sigilo características de la franquicia, abandonando las mecánicas de rol que eclipsaron a títulos recientes como Odyssey y Valhalla.
Ambientado en la vibrante ciudad de Bagdad durante la Edad de Oro islámica, Mirage enfatiza la astucia y el sigilo, recordando los orígenes de la serie, invitando a los jugadores a eludir a los guardias y navegar con destreza en situaciones peligrosas.
A diferencia de otros protagonistas que a menudo exudan invencibilidad, jugar como Basim como un agente aislado en territorios enemigos infunde una sensación de vulnerabilidad y urgencia.
1 Assassin’s Creed Unity
El sigilo reinventado

De no ser por los problemas técnicos que plagaron su lanzamiento, Assassin’s Creed Unity podría haber marcado un nuevo hito en la jugabilidad de sigilo y acción. Hoy en día, muchos jugadores lo consideran una joya olvidada, un clásico casi de culto afectado por fallos de rendimiento.
Mi primer encuentro con Unity en 2014 fue extraordinario; el juego ofrece una libertad increíble en las prósperas calles de París.
Los entornos intrincadamente diseñados animan a los jugadores a utilizar ventanas, espacios interiores y multitudes bulliciosas para acercarse a sus objetivos sin problemas.
Assassin’s Creed Unity destaca como un título que sumerge completamente a los jugadores en la experiencia; fue uno de los primeros juegos de la franquicia en el que me sentí completamente perdido en su mundo, olvidándome incluso de que estaba jugando un videojuego.
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