Las nuevas regulaciones de chips de Trump podrían obligar a TSMC a igualar la producción de EE. UU. y Taiwán o arriesgarse a aranceles importantes.

Las nuevas regulaciones de chips de Trump podrían obligar a TSMC a igualar la producción de EE. UU. y Taiwán o arriesgarse a aranceles importantes.

Los recientes avances en las políticas de fabricación de chips del presidente Trump podrían plantear desafíos importantes para TSMC, lo que podría requerir que las operaciones estadounidenses de la compañía coincidan con las de sus contrapartes taiwanesas en capacidad y estándares de producción.

El impulso de la administración Trump a la producción nacional y la reducción de la dependencia offshore

Desde que el presidente Trump anunció posibles aranceles contra fabricantes de chips como TSMC y Samsung, la incertidumbre en torno a estos aranceles ha aumentado. Inicialmente, los aranceles propuestos se elevaban al 100 %.Si bien las empresas que se comprometieron a fabricar en Estados Unidos quedaron exentas inicialmente, parece que se avecina una nueva ola de aranceles, especialmente contra las empresas que dependen en gran medida de la fabricación en el extranjero.

Un informe reciente del Wall Street Journal reveló que el gobierno estadounidense está aplicando una proporción de fabricación de 1:1. Esto significa que empresas como TSMC podrían enfrentarse a aranceles elevados a menos que produzcan en el país un equivalente a lo que importan.

El objetivo de esta política es que las empresas de chips fabriquen en EE. UU.la misma cantidad de semiconductores que sus clientes importan de productores extranjeros. Las empresas que no mantengan una proporción de 1:1 a lo largo del tiempo tendrían que pagar un arancel, según personas familiarizadas con el concepto.- WSJ

Este mandato plantea un problema considerable para TSMC, en particular dadas las notables diferencias en la tecnología y el volumen de producción entre sus instalaciones en Taiwán y Estados Unidos. Sin embargo, las sustanciales inversiones de TSMC en operaciones de fabricación estadounidenses indican un firme compromiso con la producción estadounidense. La empresa ha declarado planes para desarrollar nodos de semiconductores avanzados en EE. UU., lo que indica un cambio notable respecto a la fabricación centrada en Taiwán.

Oblea de silicio dentro de una máquina de fabricación de semiconductores.
Créditos de la imagen: TSMC

Se espera que las empresas reciban un «período de alivio» que les permita obtener chips de instalaciones extranjeras mientras las plantas nacionales entran en funcionamiento. Sin embargo, el incumplimiento de estas nuevas regulaciones podría resultar en aranceles sustanciales. Otra preocupación para TSMC es la percepción en Taiwán de que el enfoque de la compañía en las capacidades estadounidenses la está transformando en una fundición más centrada en Estados Unidos. Si bien los principales esfuerzos de investigación y desarrollo siguen arraigados en Taiwán, las implicaciones de las políticas de Trump podrían llevar a ambas regiones a producir tecnologías de nodos similares, lo que podría interpretarse como una «transferencia de tecnología».

El mensaje general del gobierno estadounidense sugiere un cambio estratégico en la cadena de suministro de chips, con el objetivo de una transición integral hacia la producción nacional. Es importante destacar que TSMC a menudo depende de servicios de ensamblaje en el extranjero, especialmente para empaques de alta precisión. Al impulsar un enfoque 100 % «Hecho en EE. UU.», la administración Trump exige que todos los aspectos de la producción de chips se realicen en el país, independientemente de su complejidad.

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