
Samsung se está preparando para un aumento significativo de sus inversiones en Estados Unidos, impulsado por el creciente interés derivado de las asociaciones con grandes empresas como Tesla y Apple.
La expansión estratégica de Samsung en el mercado de chips de EE. UU.
Como parte de un acuerdo comercial crucial entre Estados Unidos y Corea del Sur, Samsung se dispone a realizar inversiones sustanciales en el sector estadounidense de semiconductores. La planta de la compañía en Taylor, Texas, ha estado en desarrollo desde el inicio de la financiación de la Ley CHIPS; sin embargo, la construcción sufrió retrasos debido a la escasa demanda en su división de chips. Un informe reciente de Sedaily indica que las inversiones planificadas de Samsung en Estados Unidos podrían alcanzar la impresionante cifra de 50 000 millones de dólares.
El año pasado, la cifra de inversión de Samsung se redujo a 37 000 millones de dólares, lo que refleja la moderación de la empresa en la producción de chips. Sin embargo, con las renovadas iniciativas de la administración Trump para impulsar la fabricación nacional de chips, Samsung se dispone a intensificar sus inversiones. El enfoque se centrará especialmente en el desarrollo de líneas de producción avanzadas de 2 nm, junto con el establecimiento de una planta de envasado de vanguardia. Esta estrategia posiciona a Samsung en una posición más sólida para competir con TSMC, el actual líder en el sector de los semiconductores.

El reciente aumento del interés de Samsung en el mercado estadounidense se correlaciona directamente con sus alianzas con grandes empresas tecnológicas como Tesla y Apple. Samsung fabricará los chips AI6 de próxima generación de Tesla utilizando su innovadora tecnología de proceso de 2 nm. Además, la compañía ha firmado un contrato con Apple para producir sensores de imagen en Texas, lo que consolida aún más sus relaciones con importantes actores del sector. Estas colaboraciones no solo refuerzan la presencia de Samsung en el mercado, sino que también ayudan a eludir los elevados aranceles a los chips.
Con estos avances, Samsung se encuentra en una posición privilegiada para convertirse en el segundo mayor fabricante de chips de EE. UU., solo superado por TSMC. Esta oportunidad le permite a Samsung aprovechar el entusiasmo del mercado, mitigar las pérdidas operativas asociadas a sus operaciones de fundición y ofrecer a las empresas opciones de doble aprovisionamiento. Los informes sugieren que la planta de fabricación insignia en EE. UU.está programada para comenzar la producción en octubre, tras un largo período de desarrollo.
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