
Navegar por Windows Update puede resultar frustrante, sobre todo cuando las actualizaciones ocurren en los momentos más inoportunos. Para recuperar el control sobre las actualizaciones de mi sistema, he implementado varias estrategias eficaces que me permiten gestionar cuándo y cómo se instalan. Aquí tienes un método detallado para reforzar y refinar la configuración de Windows y adaptarla a tu calendario en lugar del de Microsoft.
1. Utilizar la función de pausa de actualización
Una forma sencilla de hacerlo es usar la función de pausa integrada de Windows Update. Para ello, acceda a Configuración presionando Win + I y luego navegue a Windows Update. Aquí puede seleccionar la opción Pausar actualizaciones.
Es importante tener en cuenta que esta función tiene limitaciones: los usuarios de Windows 11 Home solo pueden pausar las actualizaciones durante una semana, mientras que los usuarios de Pro y Enterprise disfrutan de una pausa de cinco semanas. Al finalizar el periodo de pausa, Windows exige que se instalen todas las actualizaciones pendientes antes de permitir otra pausa. Esta limitación es una medida estratégica de Microsoft para garantizar que las actualizaciones no se retrasen indefinidamente.
Este método es especialmente útil si tienes una semana ajetreada o trabajas en un proyecto crucial y necesitas un breve periodo de tiempo para evitar interrupciones. Personalmente, suelo usarlo para evaluar las nuevas actualizaciones y detectar posibles problemas reportados por otros usuarios antes de instalarlas.
2. Configure su red como una conexión medida
Configurar la conexión de red como de uso medido puede ser una solución inteligente para limitar las actualizaciones. Este método ayuda a Windows a ser más conservador al descargar archivos grandes, incluidas las actualizaciones. Para configurar la conexión como de uso medido, vaya a Configuración, haga clic en Red e Internet, elija el tipo de conexión ( Wi-Fi o Ethernet ) y active la conexión de uso medido.

Esta técnica es ventajosa porque Windows seguirá permitiendo actualizaciones de seguridad esenciales, pero retrasará las actualizaciones de funciones no críticas y la descarga de controladores, lo que le dará tiempo suficiente para prepararse. Sin embargo, tenga en cuenta que habilitar una conexión de uso medido también afecta el comportamiento de otras aplicaciones, como OneDrive, que pausa la sincronización automática sin su consentimiento.
En mi experiencia, este método ha sido invaluable, especialmente en portátiles donde la conservación del ancho de banda es una prioridad. Tenga en cuenta que Windows aún puede anular el estado medido para actualizaciones críticas si su sistema se retrasa demasiado.
3. Deshabilitar el servicio de actualización de Windows mediante services.msc
Para quienes prefieren un enfoque más decidido, deshabilitar el servicio Windows Update puede impedir la descarga de actualizaciones. Para ello, presione Win + R para abrir el cuadro de diálogo Ejecutar, escriba «services.msc» y presione Intro. Una vez abierta la ventana Servicios, localice Windows Update, haga clic derecho, seleccione Propiedades y cambie el tipo de inicio a Deshabilitado. Si el servicio está activo, haga clic en Detener antes de aplicar los cambios.

Este paso puede detener eficazmente las actualizaciones y reinicios automáticos, garantizando que el sistema permanezca intacto hasta que decida volver a habilitar las actualizaciones. Sin embargo, tenga en cuenta que Windows puede tener mecanismos de respaldo que podrían reiniciar este servicio, como Update Orchestrator. Es recomendable comprobar periódicamente que el servicio permanezca deshabilitado, especialmente después de cualquier actualización manual.
4. Deshabilitar Update Orchestrator a través del Programador de tareas
La función Windows Update suele colaborar con Update Orchestrator para gestionar la programación de actualizaciones y las activaciones de servicios. Para desactivarlo eficazmente, presione Win + R, escriba «taskschd.msc» y busque Biblioteca del Programador de Tareas > Microsoft > Windows > UpdateOrchestrator.
Aquí encontrará varias tareas, como Reiniciar y Programar análisis, que podrían necesitar deshabilitarse. Sin embargo, incluso con derechos de administrador, podría encontrar restricciones que le impidan deshabilitarlas directamente.
Un método fiable consiste en usar la herramienta PsExec de la suite Sysinternals. Tras descargarla, cree una carpeta llamada » Herramientas » en la raíz de la unidad C:.Una vez extraída, acceda a PowerShell como administrador con Win + X y seleccione Terminal (Administrador). Vaya a la carpeta «Herramientas» y ejecute los siguientes comandos:
cd C:\Tools
.\psexec -i -s cmd.exe
Esta acción abrirá un shell del SISTEMA. Desde aquí, inicie el Programador de tareas con:
taskschd.msc
Ahora puede deshabilitar tareas relevantes como USO_UBroker y Scheduler Wake To Work sin enfrentar errores de permisos.

Esto es especialmente beneficioso si utiliza con frecuencia el modo de suspensión, ya que evita que su máquina se active innecesariamente para buscar actualizaciones.
5. Aprovechar el Editor de políticas de grupo (usuarios Pro y Enterprise)
Si usa Windows Pro o Enterprise, el Editor de directivas de grupo es una opción eficaz para administrar el comportamiento de las actualizaciones. Los usuarios de Windows Home no tienen acceso a esta herramienta. Para utilizarlo, presione Win + R, escriba «gpedit.msc» y vaya a Configuración del equipo > Plantillas administrativas > Componentes de Windows > Windows Update > Administrar la experiencia del usuario final. Busque la opción » Configurar actualizaciones automáticas» y haga doble clic en ella.

Al seleccionar Desactivado, se le indica a Windows que no busque, descargue ni instale actualizaciones automáticamente. Este método es más persistente y ofrece mayores posibilidades de evitar interrupciones de Windows que otras técnicas.
La fortaleza del Editor de políticas de grupo reside en su profunda integración en la configuración de Windows, proporcionando una forma más estructural de influir directamente en los protocolos de actualización del sistema.
En conclusión, recuperar el control sobre las actualizaciones de Windows implica combinar diversas estrategias adaptadas a sus necesidades. Usar el Editor de directivas de grupo es óptimo para usuarios Pro, mientras que métodos como deshabilitar el Servicio de Actualización de Windows ofrecen una eficacia similar para usuarios domésticos. Medidas temporales como pausar las actualizaciones y configurar una conexión de uso medido también pueden ayudar a administrar las actualizaciones sin una configuración compleja.
En definitiva, el objetivo no es eliminar las actualizaciones para siempre, sino garantizar que se implementen según tus condiciones. Utiliza estos métodos con prudencia y recuerda comprobar periódicamente si hay actualizaciones de seguridad esenciales para mantener la integridad de tu sistema.
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