Los acontecimientos que se están produciendo en la batalla legal entre Justin Baldoni y Blake Lively siguen atrayendo la atención. En la víspera de Año Nuevo, Variety informó que Baldoni había iniciado una demanda contra The New York Times, a raíz de la cobertura que hicieron de Lively.
La demanda de Baldoni incluye mensajes de texto en los que Lively lo invitó a entrar en su tráiler para hablar de sus frases mientras ella se extraía leche materna. En cambio, las acusaciones de Lively sostienen que Baldoni entró sin previo aviso durante sus sesiones de lactancia. Esta distinción forma parte crucial de la defensa de Baldoni contra las afirmaciones hechas en el artículo del New York Times que analizaba su comportamiento.
Los partidarios de Baldoni alegan que el medio de comunicación presentó de forma selectiva hechos y declaraciones para apoyar una narrativa predeterminada. En respuesta, un representante de The New York Times defendió la integridad de su periodismo, afirmando que el artículo se basó en una verificación exhaustiva de los hechos y en la revisión de una amplia gama de documentos auténticos, incluidos los mensajes de texto intercambiados entre Baldoni y Lively.
Además, el productor Jamey Heath refutó las acusaciones de que compartió imágenes inapropiadas de su esposa con Lively, aclarando que solo mostró un video no sexual que documentaba el parto en casa de su esposa. Heath y su compañero productor Steve Sarowitz expresaron su descontento con la forma en que The New York Times presentó los detalles, acusándolo de editar las comunicaciones para distorsionar la verdad y engañar a los lectores.
“El papel de una organización de noticias independiente es seguir los hechos hasta donde nos lleven. Nuestra historia fue reportada de manera meticulosa y responsable. Se basó en una revisión de miles de páginas de documentos originales, incluidos los mensajes de texto y correos electrónicos que citamos con precisión y en detalle en el artículo. Hasta la fecha, Wayfarer Studios, el Sr. Baldoni, los demás protagonistas del artículo y sus representantes no han señalado un solo error. Publicamos también su declaración completa en respuesta a las acusaciones del artículo. Tenemos previsto defendernos enérgicamente de la demanda”.
Examinando las afirmaciones de Justin Baldoni
La respuesta de Baldoni al New York Times se basa principalmente en mensajes de texto aislados en lugar de un diálogo continuo con Lively. Esta falta de comunicación constante plantea dudas sobre la validez de sus acusaciones contra Lively. Los informes indican que Ryan Reynolds supuestamente confrontó a Baldoni por preocupaciones sobre la gordura de su esposa, un incidente que presenta a Reynolds bajo una luz favorable a pesar de sus implicaciones negativas para Baldoni.
La demanda de Lively contiene acusaciones de que Baldoni hizo comentarios frecuentes sobre su peso durante el proyecto cinematográfico. Cabe destacar que Baldoni no niega estos comentarios, pero intenta desviar la atención hacia la reacción de Reynolds, calificándola de poco profesional.
En otra faceta del discurso en curso, Baldoni compartió intercambios de texto entre Melissa Nathan y Jennifer Abel, que contienen bromas sobre que Nathan no era responsable de la cobertura que el Daily Mail hizo de Lively. No obstante, los mensajes de Nathan aún reflejan empatía por la situación que rodea a Lively.
Demanda federal de Blake Lively contra Baldoni
Tras la presentación de la demanda de Baldoni contra The New York Times, Lively inició rápidamente su propia demanda federal contra Baldoni. Sus representantes legales habían indicado previamente que Lively no iba a presentar una demanda federal contra él, lo que hace que su decisión sea particularmente notable.
Los representantes de Lively aclararon: “Nada en esta demanda cambia nada sobre las afirmaciones presentadas en la queja de la Sra. Lively ante el Departamento de Derechos Civiles de California, ni su queja federal, presentada hoy temprano”.
La declaración enfatiza que las afirmaciones de Baldoni —que Lively no estaba realmente litigando contra él— son fundamentalmente incorrectas. Como explicaron, “Esta demanda se basa en la premisa obviamente falsa de que la queja administrativa de la Sra. Lively contra Wayfarer y otros fue una artimaña basada en una elección de ‘no presentar una demanda contra Baldoni, Wayfarer’ y que ‘el litigio nunca fue su objetivo final’”. Expresaron su expectativa por una oportunidad de confrontar todas las acusaciones hechas por Wayfarer en la corte.
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