
Desde su gran éxito a finales de los años 90, Jason Statham se ha consolidado como un actor destacado en el género de las películas de acción. Sin embargo, en su filmografía falta un género específico que se ha convertido en un elemento básico para muchos de sus contemporáneos: las películas de superhéroes. El viaje de Statham comenzó en 1998 con un papel destacado en la exitosa película de Guy Ritchie, Lock, Stock and Two Smoking Barrels. Esta oportunidad abrió las puertas a más colaboraciones con Ritchie, lo que finalmente llevó a Statham a papeles de acción importantes, incluidos títulos populares como The Transporter y The Expendables. Con cada actuación, continúa validando su estatus como estrella de acción por excelencia, pero es curioso que el personaje de superhéroe siga ausente de su extenso catálogo.
A partir de 2023, Statham se encuentra atravesando una fase intrigante en su carrera. Su reciente estreno, The Beekeeper, ha recibido una atención considerable, acumulando un total de taquilla de 153 millones de dólares y una respetable calificación de la crítica del 71% en Rotten Tomatoes. Si bien a menudo ha interpretado el papel principal en thrillers de acción, esta película demuestra que Statham posee la capacidad de sustentar una narrativa emocionante cuando se combina con el guion adecuado. Sugiere que puede estar entrando en un capítulo potencialmente transformador, aunque es probable que permanezca anclado en el territorio familiar de las películas de acción.
Una pieza faltante: Jason Statham y las películas de superhéroes
Entendiendo la transición de héroe de acción a superhéroe


Dados los logros de Statham en el género de acción, puede resultar sorprendente que no se haya aventurado en el territorio de los superhéroes. Su extensa carrera cinematográfica está llena de acción cruda en lugar de los elementos fantásticos que se encuentran comúnmente en las películas de superhéroes. Lo más cerca que ha llegado al género es en franquicias de acción, como Megalodón, que incluye criaturas gigantes emocionantes pero ficticias, pero aún carece del marco clásico de superhéroes de capas y rectitud moral.
Esta brecha en la carrera de Statham es particularmente notable, considerando la frecuente superposición entre películas de acción y superhéroes. Muchas estrellas de acción han hecho una transición exitosa para interpretar superhéroes, como se vio con Dwayne Johnson, quien dio el salto para convertirse en Black Adam. Por el contrario, actores como Mark Ruffalo pasaron de papeles menores a grandes estrellas de acción a través de sus interpretaciones en franquicias de superhéroes. Por lo tanto, uno podría preguntarse por qué Statham no ha hecho una transición similar.
Las razones detrás de la ausencia de Statham como superhéroe
La decisión estratégica de evitar los roles de superhéroe

Para aquellos que esperan ver a Statham con una capa de superhéroe, vale la pena señalar que el propio actor ha expresado poco interés en esos papeles. En una entrevista sincera con Variety, expresó su preferencia por las películas de acción tradicionales de los años 80 por sobre el género de superhéroes. El historial de Statham, colaborando con figuras de acción legendarias como Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger, refleja esta afinidad de larga data.
Además, evitar el género de superhéroes podría ser ventajoso para el estilo único de heroísmo de acción de Statham. Aunque existe una clara conexión entre los dos géneros, es refrescante tener representaciones distintas. Al no ajustarse al arquetipo del superhéroe, Statham mantiene su identidad como héroe de acción, distinguiéndose en un campo cada vez más poblado de cruzados con capa. En última instancia, Jason Statham no necesita superpoderes para cautivar al público; su presencia en pantalla es lo suficientemente poderosa por sí sola.
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