
China se ha consolidado como un actor importante en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA), estableciendo rápidamente una sólida infraestructura para facilitar su crecimiento. Sin embargo, los acontecimientos recientes indican que esta agresiva búsqueda podría no haber dado los resultados esperados.
Los recursos de inteligencia artificial inactivos de China: una consecuencia de inversiones mal dirigidas
En medio de una rivalidad tecnológica continua con Estados Unidos, China asumió importantes compromisos con la IA, destinando miles de millones de dólares al sector con el objetivo de consolidar su dominio. Lamentablemente, un nuevo informe de MIT Technology Review revela que este impulso ha provocado un exceso de oferta significativo, con aproximadamente el 80 % de los recursos informáticos de IA infrautilizados. La construcción de centros de datos, que en su momento experimentó un auge, ahora está en declive, lo que refleja una desaceleración de la viabilidad económica de la IA en la región.
Un gerente de proyecto de un centro de datos local articuló el cambio en la dinámica del mercado, señalando que los operadores que antes celebraban poseer GPU NVIDIA de alta gama ahora se ven obligados a vender sus acciones a precios más bajos debido a la débil demanda interna. Esta disminución de la demanda también ha dificultado cada vez más la inversión en nuevos proyectos, a medida que disminuye la confianza en la rentabilidad.

Además, se ha informado que el auge del interés en la IA ha provocado que más del 80 % de los recursos queden inactivos, lo que dificulta que las empresas se mantengan viables en medio del auge de los centros de datos. El lanzamiento de plataformas innovadoras como DeepSeek ha transformado el panorama al crear la percepción de que una inversión financiera sustancial no es un requisito previo para las empresas de IA. Este cambio ha llevado a los inversores a vender sus activos de centros de datos a precios significativamente inferiores al valor de mercado, simplemente para mantener su solvencia.
El auge inicial de la IA en China se remonta a que los líderes económicos locales identificaron la infraestructura de IA como una posible fuente de estímulo financiero, especialmente cuando los sectores inmobiliario e internet atravesaban una recesión. Grandes inversores, deseosos de capitalizar las ganancias a corto plazo y la inflación de los precios de las acciones, se apresuraron a entrar en el mercado. Sin embargo, muchos se vieron atrapados en una situación precaria, lo que provocó una notable desaceleración del desarrollo de la infraestructura de IA en todo el país.
Esta situación no se limita a China; gigantes tecnológicos globales, como Microsoft, también han comenzado a retirarse de los arrendamientos de centros de datos como parte de una reevaluación estratégica de sus necesidades de infraestructura. Si bien esta tendencia no implica necesariamente el colapso del sector de la IA, sí ilustra un cambio notable en la percepción de los inversores, que se alejan de los compromisos a largo plazo en IA a medida que el panorama continúa evolucionando.
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