Una fractura por estrés es una lesión más común de lo que pensamos. Es muy común entre los atletas o cualquier deporte que requiera una gran participación de las rodillas, los tobillos o las caderas. Varios deportes como el baloncesto o el fútbol, que dependen en gran medida de las rodillas y de la fuerza general de las piernas, tienen un número significativo de casos de fracturas por estrés.
Una fractura por estrés, también conocida como fractura capilar, se debe a pequeñas grietas o hematomas en el hueso. Esta condición no se limita solo a los deportes, otros también pueden contraerla, básicamente, las condiciones de salud como la osteoporosis que debilita los huesos pueden causar grietas en los huesos. Esto generalmente se observa en los huesos que son responsables de soportar el peso corporal, principalmente ejerciendo presión sobre las piernas y los pies.
En este artículo hablaremos sobre las causas, síntomas, tratamientos y técnicas de prevención.
¿Cuáles son los síntomas de una fractura por estrés?
Los primeros signos de una fractura por estrés no son una gran sorpresa, comienza con dolor en el área afectada, que podrían ser las rodillas, tobillos o pies. Sin embargo, la situación empeora con el tiempo y aumenta la intensidad del dolor. Además, junto con el dolor, también se produce hinchazón.
El dolor suele empeorar cuando se realiza algún trabajo de alto impacto y se reduce significativamente cuando se descansa. Si el dolor persiste, consulte con un médico a su experto en atención médica.
Comprender las causas
Como se mencionó anteriormente, la causa principal de las fracturas finas se debe al uso excesivo de los huesos. Si eres nuevo en alguna actividad y te esfuerzas demasiado al aumentar la intensidad de la actividad, esto contribuirá a una fractura.
Nuestros huesos necesitan tiempo suficiente para sanar y adaptarse al estrés o la carga extra. En este proceso, se rompe y se forma el tejido óseo, por lo que es necesario darle al cuerpo tiempo suficiente para sanar y completar este proceso para evitar un estrés adicional en nuestros huesos.
Cambios en la rutina de ejercicios, forma inadecuada durante el ejercicio, falta de nutrición como deficiencia de vitamina D o deficiencia de calcio, pie plano o osteoporosis puede estar detrás de las fracturas por estrés.
Además, las gimnastas, las bailarinas de ballet o incluso el baile pueden contribuir a las fracturas por estrés. Las atletas también tienen un mayor riesgo de padecer esta afección, ya que pueden tener la tríada de atleta femenina. Una afección en la que las mujeres experimentan una menor densidad ósea, trastornos alimentarios y períodos irregulares.
Prevención y Tratamiento
Al igual que cualquier otra fractura, los tratamientos relacionados con la fractura por estrés incluyen el uso de calzado protector, muletas o un yeso para proteger las piernas de más daños. La cirugía no es tan común, sin embargo, los atletas la utilizan para una recuperación más rápida.
Aparte de este, se pueden utilizar otros remedios caseros como el famoso método RICE. Este método es la abreviatura de reposo, hielo, compresión y elevación. Si sospecha una fractura, descanse, aplique hielo en el área afectada, envuélvala con una venda y mantenga elevada la pierna lesionada. Para el dolor bastará con utilizar antiinflamatorios no esteroides.
Ahora, pasando a la prevención. La mejor manera de prevenir esto es:
- Inculque cambios en su rutina de ejercicios lentamente. Asegúrese de no esforzarse demasiado ni abusar de sus huesos.
- Consumir buena comida. Una dieta equilibrada es bastante esencial para mantener la salud ósea.
- Use zapatos cómodos.
Las fracturas por sobrecarga no se limitan a los atletas. Esta condición le puede pasar a cualquier persona, si lo sospecha asegúrese de buscar atención médica pronto. Consuma una dieta equilibrada y asegúrese de que su entrenamiento sea adecuado para usted y no extenuante.
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