¿Beth Harmon está basada en una persona real? Exploramos la verdadera historia detrás de Gambito de dama

¿Beth Harmon está basada en una persona real? Exploramos la verdadera historia detrás de Gambito de dama

Gambito de dama ha dejado una huella importante tanto en la televisión como en la comunidad del ajedrez. Ampliamente reconocida como una de las miniseries más exitosas en la historia de Netflix, capturó la imaginación de los espectadores durante los meses de aislamiento de la pandemia de COVID-19, lo que llevó a un resurgimiento del interés por el ajedrez. La narrativa sigue a Beth Harmon (Anya Taylor-Joy), una talentosa ajedrecista que navega en la escena del ajedrez dominada por los hombres de los años 50 y 60. En una época en la que las mujeres en el ajedrez a menudo eran ignoradas, Harmon trasciende las barreras convencionales, alcanzando el estatus de maestra de ajedrez mientras lidia con una educación problemática y desafíos de abuso de sustancias.

La serie no solo entretiene, sino que también educa a su audiencia sobre las complejidades del ajedrez, presentando el juego de una manera que es atractiva y accesible. Desde su debut en 2020, Gambito de dama ha sido aclamado como un triunfo feminista, presentando a una protagonista femenina en un campo donde la representación sigue siendo escasa. El programa es rico en contexto histórico, lo que lleva a muchos espectadores a preguntarse si el personaje de Beth Harmon está basado en una figura histórica real.

Beth Harmon no está basada en un individuo real

Inspirado en la verdadera campeona de ajedrez Vera Menchik

El Gambito de Dama
Anya Taylor Joy como Beth Harmon

Aunque la interpretación que Anya Taylor-Joy hace de Beth Harmon no está inspirada en un individuo específico , el personaje sintetiza rasgos de varias ajedrecistas reales, en particular trazando paralelismos con Vera Menchik . Menchik tiene la distinción de ser la pionera Campeona Mundial de Ajedrez Femenino, un título que mantuvo durante 17 años, de 1927 a 1944.

Durante sus años de competición, Menchik rompió con los roles de género tradicionales no solo compitiendo contra otras mujeres, sino también enfrentándose a los mejores ajedrecistas del mundo. Comenzó su trayectoria en el ajedrez a los 14 años y rápidamente saltó a la fama, consolidando su legado como una de las mayores campeonas femeninas de la historia del ajedrez.

A pesar de la naturaleza ficticia de Harmon, su viaje resuena con realismo histórico. Ambos personajes se enfrentaron a un mundo de ajedrez dominado por hombres y plagado de sexismo, donde los desafíos inherentes se magnificaron para las mujeres. A partir de julio de 2024, las mujeres representan solo el 12,7% de los miembros de la Federación de Ajedrez, lo que ilustra el desequilibrio de género en curso en el deporte, según informó The US Chess Federation .

Las historias de Beth Harmon y Vera Menchik son testimonio de su extraordinario talento, a pesar del escepticismo al que se enfrentaron en un entorno predominantemente masculino. Sus contribuciones individuales al ajedrez son inspiradoras, ya sea que se muestren a través de la ficción o de la realidad.

Vera Menchik: una luminaria del ajedrez soviético de la década de 1930

Una trayectoria profesional notable

Vera Menchik jugando al ajedrez

Nacida en la nobleza rusa el 16 de febrero de 1906, la vida de Vera Menchik cambió drásticamente después de la Revolución rusa, que obligó a su familia a mudarse a Inglaterra en 1921. Si bien Menchik disfrutó de una educación privilegiada inicial, su vida temprana refleja la de Harmon en que ambos enfrentaron el desplazamiento durante sus años de formación y finalmente encontraron consuelo en el ajedrez como una vía de escape.

Harmon, originaria de Kentucky, sufrió una pérdida cuando su madre murió en un accidente automovilístico. Este trágico suceso la llevó a un orfanato, donde aprendió ajedrez con un custodio. Después de ser adoptada, sus nuevos tutores alimentaron su talento incipiente, lo que le permitió competir. Por el contrario, Menchik aprendió el juego a los 14 años, demostrando una aptitud temprana, aunque su ascenso no fue tan inmediato como el de Harmon.

Beth Harmon y Bobby Fischer: Infancia en la adversidad

El controvertido legado de Fischer

Bobby Fischer jugando al ajedrez en Bobby Fischer Against the World

Tanto Beth Harmon como el famoso gran maestro de ajedrez Bobby Fischer comparten cosas en común, en particular sus difíciles infancias. Al igual que Harmon, Fischer superó la pobreza para convertirse en un prodigio del ajedrez . Criado principalmente por una madre soltera, Regina, Fischer experimentó dificultades económicas desde una edad temprana, pero comenzó a jugar al ajedrez a los seis años.

Ambos prodigios se enfrentaron a sus propios demonios personales mientras destacaban en el mundo del ajedrez. En el caso de Harmon, los tranquilizantes que le dieron en el orfanato la llevaron a una lucha constante con la adicción, agravada por la dependencia del alcohol. Por el contrario, se cree que Fischer experimentó importantes problemas de salud mental, como esquizofrenia y paranoia severa, según información de Pacific Standard . A pesar de sus logros, el legado de Fischer se ve empañado por conductas preocupantes, incluida una conocida historia de antisemitismo, como lo indican varios relatos a lo largo de su vida.

Gambito de dama: una perspectiva feminista sobre el ajedrez

Desafiando las normas de género en el ajedrez

La última partida de ajedrez de Beth Harmon en Gambito de dama

Uno de los aspectos más atractivos de Gambito de dama es su exploración del feminismo en el ámbito del ajedrez, un campo tradicionalmente considerado un enclave masculino. La serie destaca la cruda realidad de un deporte en el que la representación femenina es alarmantemente baja, lo que contribuye a su aceptación y aclamación entre públicos diversos. Históricamente, el ajedrez ha sido retratado casi exclusivamente a través de la lente de los jugadores masculinos, como se ve en películas como Finding Bobby Fischer y Pawn Sacrifice .

Sin embargo, Gambito de dama ofrece una perspectiva matizada a través de un personaje femenino plenamente desarrollado. Beth Harmon personifica más que solo la representación de género; es un personaje multidimensional que enfrenta desafíos relacionados con su adicción y su pasado traumático, al mismo tiempo que muestra una destreza excepcional en el ajedrez. Esta complejidad enriquece la narrativa, haciendo que su viaje no solo trate sobre el lugar de una mujer en el ajedrez, sino que sea un comentario más amplio sobre la experiencia humana.

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