Intel Corporation se encuentra envuelta en una escalada de problemas legales, en particular una demanda de sus accionistas que acusan a la empresa de engañarlos con respecto al desempeño de sus servicios Intel Foundry Services (IFS). Esta situación apunta principalmente a errores estratégicos durante el mandato del ex director ejecutivo Pat Gelsinger.
Aumentan las preocupaciones legales de Intel sobre la gestión de IFS
Los informes recientes indican que Intel está bajo un escrutinio importante, ya que el accionista LR Trust ha iniciado procedimientos legales contra la empresa. Según The Register , la demanda sostiene que las tergiversaciones sobre el rendimiento de IFS generaron expectativas equivocadas por parte de los inversores, y la demanda apunta específicamente a Gelsinger y al actual director financiero, David Zinsner. La demanda exige una compensación total de 207 millones de dólares, una cantidad que refleja el salario declarado de Gelsinger para los años 2021 a 2023.
La demanda pone de relieve la postura excesivamente optimista de la empresa respecto de Intel Foundry, que aún no ha conseguido una sólida base de clientes. Las acusaciones sugieren que Intel difundió a sabiendas información falsa sobre el rendimiento de los ingresos de IFS, lo que tuvo importantes ramificaciones para la confianza y la inversión de los accionistas. La demanda revela que IFS experimentó una asombrosa pérdida operativa de 7.000 millones de dólares en 2023, una tendencia que parece que continuará en 2024, a pesar de las promesas previas de recuperación. Un extracto de la demanda detalla estas afirmaciones:
“Como admitió posteriormente Intel, y en violación de los deberes fiduciarios de los acusados individuales, el verdadero estado de los asuntos de Intel en ese momento era que: (1) el crecimiento de IFS no era indicativo de un crecimiento de los ingresos declarable en su segmento; (2) IFS experimentó pérdidas operativas sustanciales en 2023;
(3) IFS experimentó una disminución en las ganancias de los productos impulsada por menores ingresos internos; (4) debido a lo anterior, IFS no pudo ser un fuerte impulso para la estrategia de fundición de Intel; y (5) la Compañía no pudo mantener controles internos adecuados.
– vía The Register
En respuesta a estas acusaciones, los accionistas están pidiendo una restitución que refleje los salarios y beneficios que recibieron Gelsinger y Zinsner durante lo que describen como un período de irresponsabilidad fiscal. La demanda se está tramitando actualmente en un tribunal federal de San José, California, y es el segundo caso de este tipo que se presenta este año, ya que en agosto se presentó una denuncia similar.
Los desafíos de Intel van más allá de las ramificaciones legales, ya que la empresa se enfrenta a un deterioro de las condiciones financieras. Los ambiciosos planes que había trazado su anterior dirección para Intel Foundry parecen estar desmoronándose, en particular porque la división ha tenido dificultades para atraer a clientes clave en medio de una creciente demanda de semiconductores. Con estos acontecimientos, las perspectivas para Intel Foundry siguen siendo sombrías, lo que ha dado lugar a especulaciones sobre una posible venta de la división en un futuro próximo.
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