Un nuevo estudio señala que comer demasiados alimentos ultraprocesados podría estar relacionado con la pérdida y debilidad muscular, especialmente en los adultos. Este estudio fue publicado en la revista “Frontiers in Nutrition” y resalta las preocupaciones sobre los alimentos ultraprocesados y nuestra salud.
¿Qué son los alimentos ultraprocesados o UFP?
Los alimentos ultraprocesados se elaboran en fábricas con mucha azúcar, sal, grasas malas y cosas adicionales para que sepan bien, duren mucho y sean fáciles de comer cuando estás muy ocupado. Los encuentras en todas partes, como comida rápida , comidas congeladas y bebidas gaseosas.
Se están apoderando de nuestros platos con comida buena y saludable. Dado que hay evidencia de que pueden provocar aumento de peso, diabetes y problemas cardíacos , los expertos en salud dicen que deberíamos intentar reducirlos.
¿Qué concluye la investigación?
El estudio analizó a adultos estadounidenses de entre 20 y 59 años, utilizando información de una encuesta de salud llamada NHANES de 2011-2018. Incluía a más de 10.000 personas. Los científicos utilizaron lo que los participantes dijeron que comían en un día para conectar los puntos entre los alimentos ultraprocesados y la salud muscular. El consumo de UPF se evaluó en base a la clasificación NOVA, valorando su ingesta como porcentaje del total de energía diaria.
Una métrica crítica examinada fue la masa magra apendicular (ALM), indicativa de la masa del músculo esquelético, medida mediante absorciometría de rayos X de energía dual (DXA). La principal preocupación del estudio giró en torno a la baja masa muscular, teniendo en cuenta variables como características sociodemográficas, hábitos de vida, enfermedades crónicas e incluso biomarcadores urinarios para obtener una visión general completa.
¿El veredicto? Una sorprendente revelación de la prevalencia ponderada de baja masa muscular es del 7,65%, y aquellos que albergan baja masa muscular comparten puntos en común: generalmente personas mayores, hombres, de menores niveles de ingresos y educación, entre otros descriptores. De manera alarmante, surgió una asociación lineal significativa entre el consumo de UPF y la baja masa muscular, donde la ingesta más alta condujo a un aumento del 60 % en el riesgo de reducción de la masa muscular, incluso después de ajustar por variables de confusión.
¿Cuáles son el impacto y las implicaciones?
Esta investigación sobre los alimentos ultraprocesados y la masa muscular genera señales de alerta sobre las implicaciones a largo plazo de nuestras elecciones alimentarias. La naturaleza procesada y los aditivos de estos alimentos, junto con las deficiencias nutricionales y sus posibles efectos disruptivos sobre la microbiota intestinal, podrían contribuir a la degradación de la calidad de nuestra salud muscular.
Sin embargo, la amplitud de los datos y la aplicación de múltiples definiciones de diagnóstico de sarcopenia le dan credibilidad.
De cara al futuro: hacia opciones más saludables
El estudio subraya la necesidad apremiante de reevaluar nuestros hábitos dietéticos, específicamente la dependencia generalizada de los alimentos ultraprocesados. Destacar la conexión entre estos alimentos y la salud muscular pone de relieve las intervenciones dietéticas como estrategia preventiva contra la sarcopenia y la disminución relacionada de la función física.
Deja una respuesta