
La lista de Schindler, de Stephen Spielberg, es alabada por su relato vívido e inquebrantable del Holocausto, que narra la historia real de Oskar Schindler y de los judíos que rescató. En un principio, Schindler, dueño de una fábrica alemana, consideró que la guetización de la comunidad judía de Cracovia en 1939 era una oportunidad de negocio lucrativa. Sin embargo, su profunda transformación después de presenciar las atrocidades cometidas por los soldados de las SS contra la población judía dio lugar a uno de los análisis más impactantes de la historia cinematográfica de un capítulo oscuro de la historia de la humanidad.
Más de tres décadas después de su estreno, La lista de Schindler sigue siendo la película sobre el Holocausto más taquillera de la historia y figura constantemente entre las películas más convincentes que retratan este trágico período. Su representación auténtica y al mismo tiempo accesible ha contribuido innegablemente a una mayor conciencia social sobre el sufrimiento que los nazis infligieron a los judíos. Sin embargo, tanto los historiadores como los sobrevivientes del Holocausto han planteado dudas sobre su precisión histórica. Como ocurre con muchas películas basadas en hechos históricos, se toman libertades dramáticas en la narración, lo que genera la necesidad de distinguir entre hechos y ficción.
10 verdades detrás de: La chica de rojo
Una figura real en la historia



Uno de los momentos más conmovedores de la película se produce en medio del caos de la destrucción del gueto de Cracovia, donde innumerables judíos son detenidos por soldados nazis. Una joven con un abrigo rojo se destaca en medio del océano de imágenes en blanco y negro, simbolizando la matanza de inocentes a la vista de todo el mundo. La elección de Spielberg de incluir este elemento visual subraya la horrible realidad del Holocausto.
El personaje no es una mera ficción, sino que se inspira en hechos reales. El autor Thomas Keneally se enteró de la existencia de una niña vestida de rojo a través de los relatos de los familiares supervivientes de la niña, lo que le llevó a incluir este detalle icónico en su novela El arca de Schindler, que sirvió de base para la película de Spielberg. Las fuentes indican que la niña puede haber sido identificada como Genya Gittel Chill, conocida por su gorra roja antes de su muerte durante la liquidación del gueto de Cracovia, o posiblemente Roma Ligocka, que afirmó haberse reconocido a sí misma como la niña al ver la película.
9 Ficción: Schindler presencia la destrucción del gueto
Falta de evidencia de su presencia

Contrariamente a lo que se describe en la película, Oskar Schindler no observó la destrucción del gueto de Cracovia desde lo alto de la colina de Lasota. El historiador David M. Crowe afirma que ya era consciente de la devastación inminente y que no le había pillado desprevenido. Además, no hay pruebas que sugieran que Schindler estuviera en ese lugar los días críticos del 13 y 14 de marzo de 1943, durante la liquidación total del gueto. Esta licencia artística refleja la tendencia de la película a amplificar ciertos elementos para conseguir un efecto dramático.
8 Verdadero: Schindler estableció un campamento para sus trabajadores
Mejores condiciones de vida para los trabajadores

La película retrata con precisión a Oskar Schindler como alguien que creó un subcampo en las instalaciones de su fábrica para alojar a sus trabajadores judíos. Esta decisión, aunque se presentó con el pretexto de mejorar la productividad, surgió de una preocupación genuina por el bienestar de sus trabajadores, que soportaban los peligrosos desplazamientos diarios desde el campo de concentración de Płaszów.
Rena Finder, una sobreviviente, destacó las terribles condiciones de Płaszów, donde las enfermedades solían acabar en la muerte. En el campo de Schindler, en cambio, los reclusos recibían una alimentación adecuada, cohesión familiar y no eran sometidos al mismo trato brutal por parte de los guardias de las SS. Finder relata que, mientras estaba enferma de neumonía, consiguió recibir atención en el campo de Schindler, lo que contrasta con sus experiencias en Płaszów, donde habría encontrado la muerte.
7. Tergiversación: la culpa de Schindler por la inacción
La realidad de su autopercepción

La película concluye con una escena emotiva en la que Schindler lamenta que podría haber salvado más vidas, un momento que no está respaldado por evidencias históricas. A lo largo de su vida, el verdadero Schindler se enorgullecía mucho de su papel como salvador y a menudo exageraba sus contribuciones mientras minimizaba las narrativas de otros involucrados. Esto se reflejó en un discurso de despedida dado a sus trabajadores, donde catalogó sus “innumerables intervenciones personales” a favor de ellos.
Tales afirmaciones llevaron a que Schindler fuera recordado como un héroe; sin embargo, su atención se centró más en sus propios logros que en las vidas que no pudo salvar.
6 Verdadero: La brutalidad de Amon Göth
Disfrutar de la violencia como recreación

Numerosas acciones perturbadoras llevadas a cabo por Amon Göth, representadas en la película por Ralph Fiennes, están basadas en hechos reales. Göth fue condenado por asesinato en masa y tortura y ejecutado en 1946. Una escena notable lo muestra disparando a prisioneros por deporte desde su balcón, un relato repetido por su criada judía, quien contó su retorcido disfrute del acto, silbando mientras apuntaba a sus víctimas con regocijo. Esta representación, aunque precisa, podría decirse que minimiza el alcance de sus acciones horribles, ya que se omitieron ciertos eventos para mantener una recepción de audiencia más amplia.
5 Falso: La atracción de Göth por su criada judía
El antisemitismo nubla su juicio

Sin embargo, la película muestra de forma incorrecta a Göth sintiendo atracción por su criada, Helen Hirsch. Aunque abusó brutalmente de ella, no hay pruebas que sugieran ninguna inclinación romántica. Hirsch aparece en la película, pero su compañera de servicio, Helen Jonas-Rosenzweig, no.
Jonas-Rosenzweig declaró más tarde que el antisemitismo extremo de Göth eliminaba cualquier posibilidad de atracción hacia las mujeres judías. Sus recuerdos de él no mostraban signos de afecto, lo que confirmaba que la película se tomaba libertades en su representación.
4 Verdadero: Mujeres enviadas a Auschwitz-Birkenau
Inspecciones antes de regresar al trabajo

Una vez que Oskar Schindler consigue asegurar el futuro de una parte de su plantilla en su fábrica de Brünnlitz, la película presenta a unas mujeres enviadas a Auschwitz-Birkenau, lo que implica un destino de muerte segura. En realidad, estas mujeres fueron enviadas allí para ser «inspeccionadas» por las SS para verificar su aptitud para el trabajo, no para ser exterminadas.
Aunque el destino de aquellos considerados no aptos podría haber sido grave, la mayoría pasó la inspección sin necesidad de sobornos exorbitantes de Schindler, lo que cuestiona la narrativa más dramática de la película.
3. Engañoso: la lista incluía 1.100 nombres
Aclarando el recuento de vidas salvadas
Una pequeña pero significativa inexactitud en La lista de Schindler es la confusión con respecto al número total de trabajadores salvados. Al final de la película, el contable Itzhak Stern le informa a Schindler: “Hay 1.100 personas vivas gracias a ti”.Si bien esta cifra alude al total de personas vivas al final de la guerra, solo 1.000 fueron salvadas específicamente a través de la lista oficial: 700 hombres y 300 mujeres.
Además, se menciona que Schindler salvó a unos 1.200 judíos, pero 98 no lo hicieron gracias a la lista, pues escaparon o fueron trasladados de otros campos. La constante referencia a 1.100 personas engaña a los espectadores respecto de la verdadera naturaleza del proceso de selección de Schindler.
2 Verdadero: Los trabajadores reconocieron los esfuerzos de Schindler
Petición de apoyo para la posguerra

La sentida carta enviada a Schindler, tal como se describe en La lista de Schindler, refleja un documento histórico genuino. Sus autores —sus trabajadores judíos— expresaron una profunda gratitud por sus esfuerzos para rescatarlos a ellos y a otros refugiados judíos durante el caos de la guerra.
La carta concluía con una sincera petición de apoyo para Schindler, que buscaba “establecer una nueva vida” tras haber sacrificado su fortuna por su seguridad; sin embargo, cabe señalar que no todos los trabajadores la firmaron. Solo unos pocos, como Stern, el Dr. Hilfstein y Chaim Salpeter, finalizaron este documento crucial.
1 error conceptual: Schindler mismo hizo la lista
Supervisión por parte de terceros en la creación de listas

Contrariamente a la impresión que da la película, Oskar Schindler no compiló personalmente la lista de trabajadores de su fábrica de Brünnlitz. Esta inexactitud fundamental altera significativamente la descripción de su legado como único salvador. Si bien la película sugiere que Schindler fue el autor de la lista, de hecho, fue encarcelado durante ese período por sobornar a un funcionario nazi, dejando a su supervisor judío, Marcel Goldberg, responsable de seleccionar los nombres. Las listas reales fueron redactadas meticulosamente por Mietek Pemper, otra figura judía relacionada con el campo.
Excluir los roles de Goldberg y Pemper en este proceso crítico enmarca las contribuciones de Schindler en una luz más heroica de lo que podría justificarse, dando forma en última instancia a su legado perdurable.
Para obtener más información y contexto histórico, se utilizaron las siguientes fuentes: Find a Grave ; Porta Polonica ; Forbes ; Time ; Yad Vashem ; Museo Memorial del Holocausto de los Estados Unidos ; Palm Beach Post ; History.com ; Auschwitz.dk ; The Guardian ; The Telegraph.
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