Esto es lo que necesita saber sobre la espondilosis cervical

Esto es lo que necesita saber sobre la espondilosis cervical

La espondilosis cervical, una afección médica, es causada principalmente por el proceso natural de envejecimiento y la tensión y el desgaste de los discos, las articulaciones y los huesos del cuello, específicamente la columna cervical. Si bien puede afectar a personas de cualquier edad, se observa con mayor frecuencia en personas mayores de 40 años. La degeneración de la columna cervical debido al envejecimiento es el principal factor que contribuye al desarrollo de la espondilosis cervical.

Algunos profesionales médicos pueden utilizar los términos artritis u osteoartritis del cuello para describir esta afección.

Aunque la espondilosis cervical puede provocar rigidez, dolor o malestar en el cuello, suele ser asintomática. En los casos en que se presentan síntomas, generalmente mejoran con el tiempo y, a menudo, pueden tratarse sin cirugía. En raras ocasiones, un médico puede recomendar la cirugía.

Posibles factores que contribuyen a la espondilosis cervical

El envejecimiento es la causa principal. (Imagen vía Pexels)
El envejecimiento es la causa principal. (Imagen vía Pexels)

El envejecimiento es el principal factor que contribuye al problema. Los discos, que actúan como cojines entre las vértebras, pueden deshidratarse, agrandarse o herniarse. Estos cambios pueden provocar un aumento del contacto hueso con hueso, así como presión y compresión sobre los nervios.

Algunas personas pueden tener un canal espinal más pequeño debido a factores genéticos, lo que podría contribuir al desarrollo de la espondilosis. Además, la espondilosis puede desarrollarse más rápidamente si una persona tiene antecedentes de traumatismo o cirugía previa. Los trabajos que implican levantar objetos con frecuencia y tener malas posturas también pueden exacerbar la espondilosis cervical.

¿Cuáles son los síntomas de la espondilosis cervical?

Los siguientes son los síntomas típicos a tener en cuenta:

  • Dolor de cuello
  • Rigidez en el cuello
  • Dolor de cabeza
  • Entumecimiento y hormigueo en las manos.
  • Debilidad muscular
  • Dificultad con la coordinación.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento disponibles?

La fisioterapia puede ser útil. (Imagen vía Pexels)
La fisioterapia puede ser útil. (Imagen vía Pexels)

El curso del tratamiento para la espondilosis está determinado por los síntomas y hallazgos específicos que presente el paciente, así como por la ubicación de la columna afectada. Por lo general, los pasos iniciales implican fisioterapia para fortalecer los músculos que sostienen la columna, así como inyecciones epidurales de esteroides para reducir el dolor y la inflamación.

Las siguientes son las opciones de tratamiento típicas:

Medicamentos para aliviar el dolor: los médicos pueden sugerir o recetar analgésicos de venta libre o recetados para aliviar el dolor.

Fisioterapia: la incorporación de fisioterapia y rutinas de ejercicio puede ayudar a mejorar la postura, aumentar la fuerza y ​​mejorar la flexibilidad.

Collarines o aparatos ortopédicos para el cuello: para limitar el movimiento del cuello y ayudar en el proceso de curación, en ocasiones se puede recomendar el uso de un collarín o aparato ortopédico.

Bolsas de calor/hielo: la aplicación de compresas de calor o frío puede reducir eficazmente la inflamación y aliviar el dolor, un método comúnmente conocido como terapia de calor o frío.

Inyecciones: una forma de encontrar un alivio temporal del dolor y la inflamación es inyectando corticosteroides directamente en el área afectada.

En situaciones que son graves o que no responden a los métodos de terapia conservadora, puede ser necesario someterse a una intervención quirúrgica. Es fundamental buscar la orientación de un experto médico para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado que tenga en cuenta los síntomas y circunstancias individuales.

Riesgos potenciales

A medida que uno envejece, aumentan sus posibilidades de desarrollar espondilosis cervical. El proceso natural de envejecimiento a menudo resulta en cambios en las articulaciones del cuello, lo que en última instancia conduce a esta afección. El envejecimiento también puede provocar espolones óseos, deshidratación y hernia de disco.

Además del envejecimiento, otros factores son:

  • Lesiones en el cuello por tareas relacionadas con el trabajo, como levantar objetos pesados
  • Mantener el cuello en una posición desagradable durante períodos prolongados
  • Mover repetidamente el cuello de la misma manera durante todo el día (estrés repetitivo)
  • Factores genéticos
  • Obesidad

Es importante buscar atención médica de inmediato si experimenta entumecimiento u hormigueo repentino en los brazos, las piernas o el hombro. Considere programar una cita con su médico si su dolor y malestar comienzan a afectar su rutina diaria.

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