
Ante la creciente preocupación por la privacidad de los usuarios, los organismos reguladores están tomando medidas contundentes contra las empresas que infringen las leyes vigentes. En un caso notable, Google se vio envuelto en una demanda en 2020 por presuntamente recopilar datos de usuarios sin el consentimiento adecuado, incluso cuando estos tenían desactivadas las funciones de seguimiento en sus dispositivos. Recientemente, este caso culminó con un veredicto significativo: un jurado federal en California condenó a Google a pagar 425 millones de dólares en daños y perjuicios por vulnerar la privacidad de los usuarios.
Los 425 millones de dólares que Google pagó por sus daños: un momento crítico para la privacidad de los datos de los usuarios
En una sentencia histórica sobre privacidad digital, un juez federal de California ordenó a Google compensar a los usuarios con 425 millones de dólares debido a sus prácticas persistentes de recopilación de datos, incluso después de que los usuarios optaran por no usar los servicios de rastreo. Esta decisión se deriva de una demanda colectiva que alegaba que Google obtuvo ilegalmente la actividad de los usuarios en las apps entre 2016 y 2024, a pesar de que la función «Actividad web y de apps» estaba desactivada.
Esta función en particular se diseñó para mejorar el control del usuario sobre la información relacionada con búsquedas, ubicaciones geográficas y diversas actividades. Sin embargo, los demandantes argumentaron que Google seguía extrayendo datos de aplicaciones de terceros, violando así las normas de privacidad del usuario. El jurado declaró a la empresa responsable de dos de las tres demandas presentadas: invasión de la privacidad e intrusión en el aislamiento. La demanda representaba a aproximadamente 98 millones de usuarios, y las estimaciones iniciales de daños se habían disparado a 31 000 millones de dólares.
En respuesta al fallo, Google ha negado las acusaciones y planea apelar, argumentando que el veredicto tergiversa el funcionamiento de sus servicios. Un portavoz de la compañía afirmó que, al desactivar la opción Actividad web y de apps, los datos recopilados se anonimizan, lo que proporciona a los usuarios la transparencia necesaria sobre el uso de datos.
Este caso no es un incidente aislado para Google, ya que el gigante tecnológico ha enfrentado numerosas demandas relacionadas con la privacidad. Sin embargo, esta sentencia supone una importante llamada de atención, no solo para Google, sino también para otras empresas tecnológicas que deben priorizar la privacidad y la protección de datos de los usuarios. Además, se insta a los usuarios a estar atentos a los permisos de las aplicaciones y a la gestión de datos para evitar posibles abusos. A medida que la tecnología continúa evolucionando, la exigencia de transparencia y rendición de cuentas es más crucial que nunca.
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