
Google lleva mucho tiempo colaborando con Broadcom para crear sus Unidades de Procesamiento Tensorial (TPU), los chips de IA especializados que impulsan los centros de datos y los servicios de computación en la nube. Sin embargo, avances recientes indican un cambio significativo en esta colaboración. Según un nuevo informe, la empresa tecnológica parece estar cambiando de Broadcom a MediaTek para el diseño de su TPU de séptima generación. Esta estrategia podría indicar un esfuerzo por mejorar la eficiencia operativa y, al mismo tiempo, reducir los costos.
Transición a MediaTek: la nueva era de Google en el diseño de chips de IA
Un informe reciente de Reuters revela que Google se está preparando para asociarse con la taiwanesa MediaTek para la próxima generación de sus TPU, cuya producción comenzará el próximo año. Este cambio probablemente se deba a la sólida relación de MediaTek con TSMC, que le permite ofrecer soluciones de fabricación más rentables en comparación con Broadcom. Históricamente, Broadcom ha sido el socio exclusivo de Google para el diseño de chips de IA, pero esta transición podría formar parte de una estrategia más amplia para reducir la dependencia de proveedores externos como NVIDIA.
A pesar de este informe sobre el cambio a MediaTek, es fundamental destacar que Google no romperá por completo su vínculo con Broadcom. La compañía planea seguir confiando en Broadcom para ciertos diseños durante este período de transición. Este cambio de alianza con MediaTek se debe principalmente a su capacidad para negociar costos de producción más favorables, aprovechando sus conexiones con TSMC, la fundición de chips líder a nivel mundial. El año pasado, Google destinó casi 9 mil millones de dólares al desarrollo de TPU, lo que indica que incluso un ahorro modesto por chip podría generar importantes beneficios financieros.
Esta nueva alianza no solo se alinea con las estrategias financieras de Google, sino que también respalda su objetivo de asumir un mayor control sobre el diseño de chips y reducir la dependencia de proveedores externos. Al colaborar con MediaTek, Google podría adquirir mayor influencia sobre la arquitectura y el diseño de TPU, lo que le permitirá crear chips a medida adaptados a sus necesidades específicas. Por el contrario, competidores como OpenAI y Meta dependen en gran medida de las GPU de NVIDIA para el entrenamiento y las operaciones de sus modelos de IA; cualquier interrupción en el suministro de GPU podría perjudicar significativamente a estos competidores.
La estrategia consolidada de TPU de Google ya la sitúa en una posición ventajosa dentro del panorama del hardware de IA. Al mejorar la eficiencia y contener los costes mediante esta colaboración con MediaTek, la compañía podría obtener una ventaja competitiva. La inversión continua en chips de IA patentados, junto con la consideración de diversas colaboraciones de diseño, no solo evita posibles cuellos de botella en la cadena de suministro, sino que también fortalece la infraestructura de IA de Google, consolidando aún más su posición en el cambiante mercado tecnológico.
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