
La octava temporada de Game of Thrones ha sido criticada con frecuencia como el punto más bajo de la serie. Sin embargo, los primeros indicadores del declive de la serie existían mucho antes de su última temporada. La reacción negativa a la conclusión de Game of Thrones fue rápida y generalizada, y los fanáticos aún hoy expresan su frustración. El final de la serie sirve como un estudio de caso sobre cómo no concluir una narrativa televisiva, con momentos infames como Daenerys Targaryen incinerando Desembarco del Rey que provocaron intensos debates. Incluso los símbolos mundanos, como una pila de ladrillos, pueden evocar ira debido al controvertido destino de Jaime Lannister.
Si bien la reacción se hizo más pronunciada durante la temporada 8, lo que llevó a algunos espectadores a percibir los problemas como repentinos o sorprendentes, es importante reconocer que estos problemas no surgieron de la nada. La temporada 8 fue la culminación de varios problemas de larga data , particularmente en relación con la divergencia del programa con las novelas de George RR Martin. Cabe destacar que algunos de los episodios más aclamados de Game of Thrones también exhibieron signos de estos desafíos subyacentes.
Un cambio de tema: la transición entre el bien y el mal
Impacto en la complejidad narrativa y de los personajes



A lo largo de su historia, Game of Thrones estableció una lista de personajes que a menudo existían en zonas grises morales, particularmente entre la Casa Stark y, en un momento dado, Daenerys Targaryen. Esta representación matizada fue una de las mayores fortalezas del programa, ya que le dio profundidad a la narrativa y enriqueció sus batallas. Episodios clásicos como «Blackwater» y «Watchers on the Wall» presentaron personajes con múltiples capas en bandos opuestos, lo que permitió a los espectadores conectarse emocionalmente con múltiples perspectivas.
El episodio “La batalla de los bastardos”, que se mantiene como el episodio con mayor audiencia en IMDb, significa un cambio fundamental hacia un modelo narrativo más binario de “el bien contra el mal”. Aunque los episodios anteriores experimentaron con temas de complejidad, “La batalla de los bastardos” enfatizó el marcado contraste entre el vil Ramsay Bolton y los heroicos Jon y Sansa Stark. Esta transición finalmente afectaría la forma en que las temporadas posteriores abordaron el desarrollo de los personajes.
Si bien “La batalla de los bastardos” fue innegablemente espectacular, algunos sostienen que carece de la riqueza de otros episodios aclamados. Al compararlo con “Blackwater” o “Watchers on the Wall”, la simplicidad del conflicto comenzó a restarle valor a su impacto general. La temporada 8 exacerbaría estas preocupaciones cuando la narrativa se enfrentó al Rey de la Noche y a una iteración unidimensional de Cersei Lannister, despojándolos de la complejidad que alguna vez hizo que sus arcos fueran atractivos. Además, la transformación de Daenerys en villana podría haberse beneficiado de una narrativa más matizada para amplificar los dilemas morales que enfrentan los espectadores.
El espectáculo por encima de la lógica: el punto de inflexión crítico
Consecuencias que se ampliaron en temporadas posteriores

“La batalla de los bastardos” destaca no solo como uno de los episodios más emocionantes de Juego de Tronos , sino también como un ejemplo notable de cómo se desarrolla una batalla a gran escala. Sus valores de producción, con coreografías intrincadas y efectos visuales que dan vida al caos de la guerra, fueron innovadores. Sin embargo, el mero espectáculo permitió que algunas inconsistencias narrativas pasaran desapercibidas.
Los episodios mejor valorados de Juego de Tronos en IMDb |
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# |
Temporada/Episodio |
Título |
Calificación (/10) |
1 |
Temporada 6, episodio 9 |
“La batalla de los bastardos” |
9.9 |
2 |
Temporada 6, episodio 10 |
“Los vientos del invierno” |
9.9 |
3 |
Temporada 3, episodio 9 |
“Las lluvias de Castamere” |
9.9 |
4 |
Temporada 5, episodio 8 |
“Casa dura” |
9.8 |
5 |
Temporada 7, episodio 4 |
“El botín de guerra” |
9.7 |
A pesar de la aclamación del episodio, contiene ciertas inconsistencias lógicas, como la decisión de Sansa de no informar a Jon sobre el plan y la ruta de escape aparentemente sencilla de Rickon Stark. Si bien estos puntos pueden no arruinar la experiencia general, sí reflejan una tendencia preocupante: priorizar la grandeza y el espectáculo visual a expensas de la narrativa coherente y la motivación de los personajes. Este tipo de crítica resonaría a lo largo de la temporada 8, donde las decisiones ilógicas de los personajes (como el trato que Jaime le dio a Brienne) se hicieron evidentes.
A medida que “Battle of the Bastards” se consolidaba como un favorito de los fans, el programa se inclinaba cada vez más hacia su escala épica, esforzándose por superar las expectativas de la audiencia. Si bien esa ambición es admirable, requiere un equilibrio entre momentos íntimos de los personajes y una narración dramática, elementos que faltaron notablemente en la temporada 8. Episodios como “A Knight of the Seven Kingdoms”, que enfatizaba las relaciones entre los personajes, podrían haber proporcionado un ancla muy necesaria para los altos riesgos de la temporada final.
Equilibrar el legado: críticas y apreciaciones
Temporada 8: Defectos y méritos





Es fundamental aclarar que las críticas dirigidas a “Battle of the Bastards” no tienen como objetivo disminuir sus logros. El episodio es un espectáculo impresionante por sí mismo; la valiente postura de Jon Snow contra el ejército es icónica y el director Miguel Sapochnik captura magistralmente el caos de la batalla.
Sin embargo, las deficiencias del episodio se hacen más evidentes al reflexionar sobre él; por ello, personalmente lo clasificaría por debajo de “Blackwater” y “Watchers on the Wall” en la jerarquía de batallas definitivas dentro de la serie. Sin embargo, sigue siendo una potente ilustración de los problemas que se introdujeron en la serie y que luego se manifestaron en fallas más pronunciadas en la temporada 8.
De hecho, si bien la temporada final de Juego de Tronos presenta debilidades evidentes, especialmente en términos de ritmo y arcos argumentales de los personajes, también contiene momentos de brillantez. En conclusión, tanto “La batalla de los bastardos” como la temporada 8 tienen sus méritos y representan un legado complejo que refleja los altibajos de lo que logró Juego de Tronos .
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