Exdirector ejecutivo de Intel defiende el proceso 18A y afirma que el porcentaje de rendimiento no es la métrica adecuada para el progreso de los semiconductores

Exdirector ejecutivo de Intel defiende el proceso 18A y afirma que el porcentaje de rendimiento no es la métrica adecuada para el progreso de los semiconductores

Pat Gelsinger defiende el proceso 18A de Intel Foundry en medio de controversias sobre la tasa de rendimiento

En un sorprendente giro de los acontecimientos, el exdirector ejecutivo de Intel, Pat Gelsinger, ha salido a defender enérgicamente el proceso 18A de la empresa en medio de informes sobre tasas de rendimiento inferiores a las esperadas. Después de enfrentarse a una enorme presión por parte de la junta directiva que condujo a su reciente salida, Gelsinger expresó su confianza en los esfuerzos del equipo y afirmó que están «haciendo un trabajo increíble».

Antecedentes sobre los desafíos de Intel y el proceso 18A

Intel se ha visto envuelta en una polémica, con dificultades financieras que afectan a su reputación y sus operaciones. Informes recientes indicaron que las tasas de rendimiento de la tan esperada tecnología 18A estaban por debajo del 10%, lo que provocó acusaciones de insuficiencia. Los medios de comunicación caracterizaron estas cifras como «abismales», lo que generó inquietudes sobre la viabilidad de la producción en gran volumen para el gigante de los semiconductores.

Aclarando conceptos erróneos sobre las tasas de rendimiento

En respuesta a las afirmaciones del analista Patrick Moorhead de que el proceso 18A de Intel no se había probado con el último kit de diseño de procesos (PDK), Gelsinger ofreció una visión crítica. Señaló que las tasas de rendimiento no deberían evaluarse únicamente a través de métricas porcentuales sin tener en cuenta los tamaños de los chips. Surge una discrepancia significativa en el rendimiento entre chips más grandes y más pequeños, donde los chips más grandes suelen producir porcentajes más bajos.

Implicaciones estratégicas para el futuro de Intel

Si bien la defensa que hace Gelsinger del proceso 18A puede arrojar luz sobre las complejidades de la producción de semiconductores, también pone de relieve la agitación actual dentro de Intel. A pesar de sus aspiraciones de transformar Intel Foundry en la “más grande del mundo” para 2030, la reciente partida de Gelsinger refleja las crecientes presiones sobre la empresa.

Mientras Intel se abre paso por este “lodazal”, los expertos del sector prevén iniciativas de reestructuración agresivas destinadas a revitalizar sus operaciones. Las posibles estrategias pueden incluir cambios significativos en el liderazgo y la posible desinversión de partes de su negocio de fabricación integrada de dispositivos (IDM).

La situación sigue siendo fluida y, mientras Intel recalibra su enfoque, las partes interesadas estarán observando de cerca para ver cómo se desarrollan estos cambios y si las garantías de Gelsinger se traducirán en mejoras tangibles para la asediada empresa.

Fuente e imágenes

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *