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En un notable cambio de perspectiva durante The Final Experiment (TFE), un destacado defensor de la Tierra plana reconoció públicamente sus conceptos erróneos sobre el fenómeno del Sol de 24 horas después de viajar a la Antártida. TFE está diseñado para desafiar las creencias de los terraplanistas al llevar tanto a los creyentes como a los escépticos en una expedición al continente más austral, con el objetivo final de demostrar la verdadera naturaleza esférica de la Tierra.
El objetivo principal de esta iniciativa es demostrar que el Sol no permanece sobre la Antártida durante 24 horas, algo que sería imposible si la Tierra fuera plana. A principios de este mes, los participantes, entre ellos el defensor de la Tierra plana Jeran Campanella (que gestiona el canal de YouTube jeranism), viajaron a la Antártida. Durante una transmisión en directo desde el continente helado, Campanella reconoció su error al creer que la Tierra es plana.
Las revelaciones de Campanella: Reconociendo el sol de 24 horas
Una afirmación fundamental de la teoría de la Tierra plana es que el Sol no puede moverse en direcciones opuestas en los polos Norte y Sur. En cambio, la teoría de la Tierra esférica postula que el Sol permanece visible en el cielo, incluso a medianoche en las regiones polares. Si bien los terraplanistas a menudo hacen referencia al mapa de equidistancia azimutal (AE) como explicación de la luz de 24 horas en el Polo Norte, este no explica los movimientos opuestos del Sol en la Antártida.
La variación en la visibilidad del Sol se puede explicar únicamente a través de la comprensión de una Tierra esférica. De este modo, los observadores ubicados en ambos polos experimentan el Sol desde puntos de vista opuestos en un plano compartido. Este conflicto central es la base de la iniciativa TFE. Este año, el líder del proyecto, Will Duffy, guió a un grupo de YouTubers al Polo Sur para presenciar este fenómeno de primera mano.
Tradicionalmente, los defensores de la teoría de la Tierra plana cuestionan la evidencia de que el Sol funciona las 24 horas del día y a menudo rechazan los vídeos que respaldan su existencia. Sin embargo, al experimentar la luz del día en primera persona en la Antártida, a muchos participantes no les quedó otra opción que reconsiderar sus creencias.
Después de observar el Sol de 24 horas en la Antártida, Campanella admitió con franqueza durante una transmisión en vivo: “A veces, uno se equivoca en la vida”. Y añadió: “Yo estaba convencido de que no había un Sol de 24 horas. Ahora entiendo que es un hecho: el Sol gira alrededor de ti en el Sur”. Animó a los espectadores a reconocer la evidencia, afirmando: “Al menos deberían aceptar lo que estas personas han dicho sobre el Sol girando alrededor del continente austral”.
Como conocido defensor de la creencia de que la Tierra es plana, Campanella era consciente de que su admisión podría provocar una reacción negativa por parte de sus seguidores. Lo reconoció diciendo: “Sé que algunos me etiquetarán de cómplice por ser honesto. Pero si la honestidad equivale a ser un cómplice, que así sea. Al principio, creía firmemente en la ausencia de un Sol de 24 horas, pero ahora entiendo lo contrario”. Durante su viaje, también señaló: “Parece que la Luna sigue un camino similar aquí”.
A pesar de reconocer la realidad del Sol de 24 horas, Campanella enfatizó: “Este reconocimiento no significa el fin del mapa de la EA ni de la teoría de la Tierra plana. Tal vez aún haya respuestas por ahí; simplemente no las tengo en este momento”.
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