¿Alguna vez has percibido el olor de una fragancia (un pino, galletas recién hechas o libros viejos) y, de repente, te sumerges en una avalancha de recuerdos? Bueno, las fragancias son más que simplemente hacernos oler dos veces.
De hecho, un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh ha arrojado luz sobre cómo una fragancia familiar puede ayudar a las personas con depresión a recordar las cosas con mayor claridad.
El poder curativo de una fragancia familiar en la memoria.
Cuando estamos deprimidos, nuestros recuerdos a menudo siguen su ejemplo, volviéndose borrosos o perdiéndose, pero ¿y si la cura estuviera justo delante de nuestras narices? El estudio de Pittsburgh aprovechó lo mismo y descubrió que los olores viejos y familiares son más que simplemente nostálgicos: podrían ser claves para desbloquear recuerdos más claros.
Descubrieron que cuando las personas con depresión olían bien aromas como café o naranja, no solo se animaba su nariz: también aumentaba su capacidad para recordar eventos pasados. Resulta que estos olores pueden hacer cosquillas en una parte del cerebro llamada amígdala.
La amígdala no es una parte cualquiera del cerebro. Cuando se trata de nuestras emociones y recuerdos, especialmente los más vívidos, juega un papel clave.
La Dra. Kymberly Young, líder del estudio, señala que sabemos desde hace mucho tiempo que la memoria de las personas sanas se activa mediante el olfato. Pero no se pensó en comprobar si podría ayudar a quienes padecen depresión.
El equipo de Young quería ver si involucrar a la amígdala podría marcar la diferencia. Decidieron saltarse el sofisticado equipo y optaron por un enfoque sencillo.
En su prueba, utilizaron viales de vidrio llenos de olores fuertes que casi todo el mundo conocería. Piense en el fuerte olor del betún, el reconfortante aroma de Vicks VapoRub o el cálido aroma del café molido.
Los participantes inhalaron profundamente y se les pidió que desenterraran cualquier recuerdo que les viniera a la mente.
Un enfoque sin tecnología para tener recuerdos más claros y una vida más brillante
Los resultados fueron un shock agradable. Aquellos con depresión que se llenaron la nariz de estas fragancias familiares pudieron extraer recuerdos muy particulares mucho mejor que si solo se les diera una palabra.
Estamos hablando de momentos específicos, como un viaje a una cafetería en particular, en lugar de algo vago como «me gustan las cafeterías». ¿Qué pasa con los recuerdos provocados por olores? No sólo eran más claros; se sentían más reales, como si la persona volviera al momento.
Otra parte interesante es el tipo de recuerdos que surgieron. Si bien el estudio no guió a las personas a recordar los momentos felices en lugar de los tristes, los olfateadores tenían más probabilidades de aterrizar en los más alegres.
La Dra. Young y su equipo se están preparando para profundizar más. Quieren utilizar escáneres cerebrales para ver cómo estos olores ayudan a la amígdala a funcionar. Están entusiasmados con lo que han encontrado, pero también cautelosos con los resultados.
Sin embargo, lo que destaca es la simple verdad de que si podemos ayudar a las personas con depresión a recordar mejor, podría hacer que afrontar el día a día sea un poco más manejable.
El equipo de investigación de Pitt, incluida Emily Leiker, Ph.D., y sus colegas, tienen esperanzas en este enfoque. Es un método directo y sin tecnología en un mundo lleno de dispositivos.
Recordar las cosas con mayor claridad puede ayudar a tomar decisiones, controlar las emociones y, en general, afrontar los obstáculos de la vida. Y si algo tan sencillo como una fragancia familiar puede iluminar recuerdos, también podría ayudar a iluminar vidas.
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