
En una entrevista reciente, un actor de la última película de Stanley Kubrick compartió sus ideas sobre la conocida práctica del director de filmar «millones de tomas».Este método, a menudo visto como excesivo, ahora se reconoce como un aspecto crucial del proceso de realización cinematográfica que encendió la pasión entre los actores. Kubrick, celebrado como uno de los mejores directores de la historia del cine, es famoso por sus películas maestras de diversos géneros, incluida la icónica travesía de ciencia ficción 2001: Una odisea del espacio, la sugerente película distópica La naranja mecánica y el escalofriante clásico de terror El resplandor. Su última película, Eyes Wide Shut, se completó solo unos días antes de su fallecimiento en 1999.
El estilo distintivo de Kubrick se caracterizaba por una meticulosa atención a los detalles y una búsqueda incesante de la perfección, que a menudo conducía a numerosas tomas de la misma escena. Este método fue particularmente evidente durante la producción de El resplandor, donde una escena en la que Wendy (interpretada por Shelley Duvall) se enfrentaba al personaje de Jack Nicholson requirió, según se dice, más de cien tomas. La repetición exhaustiva provocó una importante tensión emocional y física en Duvall, lo que ilustra las posibles desventajas de un enfoque tan exhaustivo.
Alan Cumming comparte su visión sobre el estilo de dirección de Kubrick
La única escena del actor en Eyes Wide Shut





El actor Alan Cumming, que apareció brevemente en Eyes Wide Shut, explicó por qué cree que el exhaustivo método de filmación de Kubrick estaba justificado. En la película de Kubrick de 1999, que explora temas de infidelidad y secretismo, un médico de Manhattan, interpretado por Tom Cruise, se ve envuelto en un evento clandestino enmascarado después de que su esposa, interpretada por Nicole Kidman, revela sus pensamientos pasados de traición. Aunque el papel de Cumming como recepcionista de hotel abarca solo una escena, su experiencia con Kubrick dejó una impresión duradera.
Durante su artículo en Vanity Fair, Cumming contó la meticulosidad que implica trabajar con Kubrick. Reflexionó sobre cómo el compromiso del director con numerosas tomas fue fundamental para perfeccionar las interpretaciones y mejorar cada aspecto de la producción. Este minucioso proceso le permitió a Cumming captar las mejoras necesarias en cada toma, convirtiendo la experiencia en una oportunidad estimulante en lugar de una tarea tediosa. A continuación, se presentan sus esclarecedores comentarios:
Esta es, bueno, no sé, una escena de cuatro minutos, tres o cuatro minutos, si acaso. Y son dos personas hablando al otro lado de un mostrador. Por lo general, habría un plano general, podría haber un plano medio y habría dos primeros planos. Incluso en una película grande, esto requeriría un día como máximo. Y se tardó una semana en rodar. Sin embargo, rodamos durante unos dos días y Stanley decidió descartarlo y empezar de nuevo, y rodarlo de una manera diferente. Fueron millones y millones y millones de tomas.
A menudo, en las películas o en esas cosas, ya sabes, terminas la película y dicen: «Corten».Y escuchas al director decir: «Perfecto. Una más».Piensas, bueno, si fue perfecta, ¿por qué diablos estamos haciendo una más? Con Stanley, cada vez que hacía otra toma, iba al monitor con él, la miraba y me mostraba un pequeño detalle para cambiar, un poco de entonación, incluso un pequeño movimiento facial. Sabía exactamente por qué lo iba a hacer de nuevo y qué buscábamos. Y eso me entusiasmó por hacerlo de nuevo. Me encantó hacer esta película. Me entusiasmó de verdad por ser actor de cine de nuevo. Porque, ya sabes, no hay papeles pequeños, solo actores pequeños.
El impacto de las observaciones de Cumming en la forma de dirigir de Kubrick
La justificación de la metodología de Kubrick

Aunque distintos actores, como Shelley Duvall, pueden haber expresado su frustración con el estilo de filmación repetitivo de Kubrick, las reflexiones de Cumming ofrecen una perspectiva alternativa que destaca los posibles beneficios de un enfoque tan riguroso. La incansable búsqueda de la perfección por parte de Kubrick, aunque exigente para algunos, a menudo conducía a actuaciones trascendentes al permitir a los actores explorar cada matiz y, en última instancia, crear un producto final muy pulido. Esta técnica ilustra que la metodología de Kubrick no solo estaba justificada, sino que era esencial para lograr la excelencia artística que perseguía.
Para más información, consulte la entrevista original en Vanity Fair.
Fuente: Screen Rant
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