
La temporada de los Oscars tradicionalmente está llena de controversias, y este año no es la excepción, gracias a la recepción polarizada de Emilia Pérez. Esta mezcla única de comedia, musical y drama criminal presenta a la actriz trans Karla Sofía Gascón en el papel de una líder de un cartel mexicano que se presenta como un hombre. La trama sigue a su personaje mientras busca la ayuda del abogado de Zoe Saldaña en la Ciudad de México para escapar del cartel, un viaje que implica ir de incógnito para obtener atención de afirmación de género y la transición a su yo auténtico como Emilia Pérez.
Aparte de sus desconcertantes decisiones narrativas, Emilia Pérez está provocando una reacción negativa significativa. Los críticos señalan que la película cuenta principalmente una historia mexicana, pero carece de actores principales mexicanos, ya que está dirigida por el cineasta francés Jacques Audiard en Francia. Además, los acentos de los personajes hispanohablantes han provocado acusaciones de falta de autenticidad (fuente: Today ).A pesar de estas críticas, Emilia Pérez ha obtenido más de una docena de nominaciones al Oscar, incluidas Mejor Película y Mejor Actriz para Gascón, lo que ha llevado a muchos a preguntarse cómo una película así surgió como la favorita para los Oscar de 2025. Esta investigación arroja luz sobre la dinámica cambiante dentro de Hollywood.
Emilia Pérez lidera las nominaciones al Oscar a pesar de las críticas mixtas
Un consenso poco común entre críticos y público


En la actualidad, Emilia Pérez tiene una puntuación del 71% en Metacritic y una calificación de la crítica del 75% en Rotten Tomatoes. Si bien estas cifras no son abismales, no transmiten la gran aclamación que uno esperaría de una película que lidera la carrera por los Oscar. Si Emilia Pérez logra el codiciado título de Mejor Película, podría convertirse en la ganadora con la calificación más baja desde “Crash” en 2006.
Curiosamente, si bien la crítica ha sido tibia en el mejor de los casos, la recepción del público ha sido notablemente peor, como lo demuestra su desalentadora puntuación de audiencia en Rotten Tomatoes de solo el 26%.La película parece haber alejado a los grupos demográficos a los que se dirige, en particular las comunidades mexicana y LGBTQ+, que la han criticado por reforzar estereotipos dañinos y la transfobia (fuente: CBC ; GLAAD ).A pesar de una desaprobación tan generalizada tanto de los críticos como del público, Emilia Pérez lidera las nominaciones a los Oscar, un fenómeno desconcertante que enfatiza las motivaciones de los votantes de la Academia.
El cariño de Hollywood por Emilia Pérez revela problemas subyacentes
Contextualizando los afectos de la Academia

Es esencial reconocer que los Oscar no los decide la opinión pública o las puntuaciones de los críticos, sino la Academia, una entidad única que parece tener un afecto inusual por Emilia Pérez. Esto se puede entender en parte a raíz de movimientos como #OscarsSoWhite, que impulsó a la Academia a examinar sus propios problemas de diversidad después de la marcada falta de representación en las nominaciones de 2015 y 2016.
En respuesta a las críticas, la Academia ha dado pasos hacia una mayor diversidad en el cuerpo de votantes, pero aún lucha por lograr una verdadera equidad en la narración de historias. Aunque en los últimos años ha habido nominaciones más equilibradas entre las distintas razas y culturas, la Academia todavía tiende a verse a sí misma a través de una lente de simbolismo en lugar de una representación genuina. Por lo tanto, tal vez no sea sorprendente que Hollywood esté ansioso por elevar a Emilia Pérez como un emblema de la diversidad, a pesar de las importantes críticas que ha recibido de las comunidades a las que pretende representar.
La implacable campaña de Netflix por Emilia Pérez
Agresiva estrategia FYC de Netflix

Otra variable a tener en cuenta es la importante inversión financiera que Netflix ha destinado a promocionar a Emilia Pérez como candidata al Oscar. Los premios de la Academia suelen ser un reflejo de los concursos de popularidad, en los que la presencia en las redes sociales y el marketing determinan los resultados, una realidad que muchos críticos y expertos en los Oscar reconocen. Cada año, los estudios destinan cuantiosos recursos a las campañas FYC (for your regarded, para su consideración), lo que hace que ciertas películas se conviertan en objeto de consideración para los premios, incluso si su mérito es cuestionable.
Netflix adquirió originalmente a Emilia Pérez por 12 millones de dólares en Cannes, una cantidad significativa considerando que otros distribuidores optaron por no participar; la compañía ha comprometido posteriormente al menos el doble de esta cantidad para su campaña de premios (fuente: Variety ).Al centrarse en gran medida en la representación trans y mexicana de la película, Netflix pretende reforzar las narrativas positivas en torno a la película y, al mismo tiempo, restar importancia a las crecientes críticas.
En conclusión, mientras Netflix invierte recursos en marketing y promoción de Emilia Pérez, la dicotomía entre las decisiones de Hollywood y el sentimiento del público se hace evidente. El camino a seguir puede ver a Hollywood ganando la partida en este combate, manteniéndose fiel a sus patrones habituales, mientras que las voces de la representación genuina pueden quedar ignoradas.
Fuentes: Today, Metacritic, Rotten Tomatoes, CBC, GLAAD, Variety
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