Elon Musk parece decidido a mantener viva la conversación en torno a la controvertida cuenta de Adrian Dittmann al afirmar recientemente que esta es su cuenta de reserva. Esta revelación ha suscitado mucha intriga y ha provocado debates en las redes sociales.
Las especulaciones sobre la conexión de Musk con la cuenta de Dittmann han circulado durante algún tiempo, en particular debido a sus habituales elogios a Musk y su estilo de escritura sorprendentemente similar. Cabe destacar que, en septiembre, la cuenta criticó públicamente a la revista TIME por omitir a Musk de su lista de las «100 personas más influyentes en IA». Los rumores ganaron fuerza después de que Musk pareciera revelar inadvertidamente su vínculo con Dittmann durante una sesión de juego de Fortnite, donde comentó sobre la reacción negativa relacionada con su disputa con Laura Loomer sobre las visas H-1B. En un intento de aclarar, Dittmann declaró: «A quien corresponda, no soy Elon Musk», e incluso compartió un audio que supuestamente lo mostraba conversando con Musk, tratando de validar su distinción como individuos separados.
Si Musk fuera realmente Dittmann, muchos observadores creen que eclipsaría sus cuestionables payasadas anteriores, ya que inventar una cuenta falsa de un fan reflejaría un nivel de narcisismo sin precedentes. A pesar de la evidencia convincente que circula, las críticas a Musk han sido cautelosas, en gran medida debido a la ausencia de pruebas definitivas que lo vinculen con Dittmann. Lo que se ha etiquetado como una teoría de la conspiración tomó un giro inesperado cuando Musk aparentemente reconoció su identidad como Dittmann y posteriormente bloqueó un artículo en X que podría haber aclarado la mala interpretación.
El extraño giro en la saga Musk-Dittmann
Recientemente, una investigación exhaustiva realizada por The Spectator descubrió una gran cantidad de evidencia digital, al examinar diálogos en redes sociales, publicaciones eliminadas, contenido archivado de Spaces e incluso cuentas familiares de Dittmann. Los hallazgos corroboraron que Musk no estaba detrás de la cuenta y revelaron, en cambio, que la verdadera identidad de Dittmann pertenece a un empresario alemán que dirige varios negocios en Fiji. El artículo incluso incluía una supuesta imagen de Dittmann, vestido con un polo blanco y gafas.
Aunque parecía que el misterio se había resuelto, Musk reavivó la confusión al bloquear de repente el artículo de The Spectator sobre X y proclamar: «Soy Adrian Dittmann. Es hora de que el mundo lo sepa».
Soy Adrian Dittmann. Es hora de que el mundo lo sepa.
— Elon Musk (@elonmusk) 5 de enero de 2025
Se especula que Musk simplemente está participando en una forma de troleo con su declaración asertiva de ser Dittmann. Sin embargo, el motivo detrás de su decisión de bloquear el artículo sigue siendo un punto de controversia. Los intentos de Newsweek de compartir el artículo fueron recibidos con una advertencia de «potencialmente dañino», lo que indica una intervención inusual por parte del sistema de moderación de X. Para agravar la situación, la autora del artículo, Jacqueline Sweet, supuestamente se enfrentó a un bloqueo de 30 días de X, lo que plantea más preguntas sobre por qué se tomó esta acción a pesar de que el artículo cumplía con las pautas de X.
Esta situación ha adquirido un aire de peculiaridad, ya que tanto The Spectator como Musk aún no han comentado públicamente el bloqueo del artículo. Los observadores se preguntan si Musk está recurriendo a la censura del periodismo de investigación simplemente para mantener la atención que ha generado esta extraña experiencia.
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