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El reciente Vuelo Starship 10, realizado por SpaceX, representó un logro significativo para la compañía, al cumplir con todos los objetivos clave del vuelo de prueba. Lanzado desde Boca Chica, Texas, a las 18:30 hora local, la misión logró que tanto el propulsor como la nave espacial aterrizaran según lo previsto. Este exitoso vuelo representa un momento crucial para SpaceX, especialmente considerando los desafíos que se enfrentaron durante el año con la etapa superior del cohete.
El éxito de SpaceX en el vuelo 10 de Starship acelera las oportunidades de pruebas futuras
Tras el despegue, los 33 motores del cohete Super Heavy se encendieron con éxito, impulsando el cohete hacia el cielo. Sin embargo, aproximadamente un minuto y treinta segundos después del despegue, un motor sufrió una falla que impidió su reencendido durante la misión. Esta anomalía fue relativamente leve considerando el éxito general del rendimiento del cohete, que alcanzó sus objetivos de vuelo previstos.
En el Vuelo 10 de Starship, el cohete Super Heavy se desprendió de la segunda etapa, reiniciando con éxito sus motores para una maniobra de retorno antes de amerizar con seguridad en el Golfo de México. Dan Huot, presentador de SpaceX, señaló que las condiciones del ángulo de ataque se ajustaron para este vuelo, lo que aumentó la probabilidad de un amerizaje exitoso. Esta mejora se produjo después de que el Vuelo 9 anterior terminara con la pérdida del cohete antes de llegar al agua.

Al igual que en vuelos anteriores, la etapa superior de la Starship fue el punto culminante de la misión. SpaceX se fijó una serie de objetivos, entre ellos el encendido de un motor Raptor en el espacio, el despliegue de satélites del simulador Starlink y la prueba de nuevos paneles de escudo térmico. Sorprendentemente, la misión completó con éxito las tres pruebas: se lanzaron los satélites y se encendió el motor Raptor en el espacio por segunda vez.
Estos hitos son particularmente notables, considerando que SpaceX había tenido dificultades previas para lanzar satélites y había abortado las pruebas de encendido del motor en la etapa superior de la Starship de segunda generación. Tras el encendido exitoso del motor, el siguiente desafío fue la evaluación del escudo térmico durante la reentrada atmosférica.
El innovador escudo térmico de Starship está diseñado para ser reutilizable, con el objetivo de aumentar la frecuencia de los lanzamientos. Durante el reingreso, SpaceX puso a prueba el escudo térmico retirando placas de zonas críticas. A pesar del desafío adicional, la nave amerizó con éxito en el Océano Índico.
Cabe destacar que la nave espacial logró aterrizar sin problemas a pesar de sufrir daños en uno de sus flaps inferiores durante el reingreso. La Starship realizó una maniobra de volteo —una operación compleja que requería la coordinación de sus cuatro flaps— antes de amerizar una hora y seis minutos después del despegue, completando así un vuelo de prueba completamente exitoso.
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