
Estados Unidos se mantiene firme en sus esfuerzos por obstaculizar el avance de China en el sector de los semiconductores. Según declaraciones recientes del secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, China enfrenta importantes limitaciones en su capacidad de producción de chips, debido principalmente a las estrictas regulaciones estadounidenses a las exportaciones.
Estados Unidos mantiene una ventaja estratégica en la producción de semiconductores
Ante la escalada de tensiones entre Estados Unidos y China, especialmente desde la llegada al poder de la administración Trump, el panorama geopolítico en torno a la industria de chips se ha vuelto cada vez más combativo. La competencia por la supremacía en la tecnología de semiconductores se ha enmarcado como un elemento crucial de la seguridad nacional. En consecuencia, la introducción de medidas regulatorias y aranceles subraya la estrategia estadounidense para impedir el avance de China en esta industria crucial.
Calculó que China probablemente podría producir unos 200.000 chips avanzados, como los que se usan para entrenar servicios de inteligencia artificial o hacer funcionar teléfonos inteligentes, una cantidad minúscula en comparación con la demanda del país.
Cabe destacar que Estados Unidos ha promulgado una serie de restricciones dirigidas específicamente a los avances de China en inteligencia artificial. Directrices recientes bajo la norma de «Difusión de IA» indican que las empresas que utilizan chips de IA de Huawei están sujetas a infringir las políticas comerciales estadounidenses. Además, se han implementado nuevas restricciones al software de automatización de diseño electrónico (EDA), junto con medidas enérgicas contra las entidades que venden ilegalmente equipos de IA a empresas chinas. Este enfoque integral deja poco margen para que China mejore sus capacidades tecnológicas.

Además de su enfoque en China, Estados Unidos ha liderado con éxito un movimiento para repatriar la producción de semiconductores a su territorio nacional. Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el principal fabricante de chips del mundo, está ampliando su capacidad de producción en Estados Unidos. Con una asombrosa inversión de hasta 165 000 millones de dólares, TSMC está estableciendo nuevas instalaciones y un centro de investigación y desarrollo, lo que demuestra un gran interés en el mercado estadounidense. El creciente impulso de la producción estadounidense de semiconductores es un reflejo del marco de políticas estratégicas de la actual administración y su énfasis en el fomento de las capacidades nacionales.
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