El nodo 18A de Intel alcanza un récord de densidad de defectos baja y está listo para clientes internos y externos.

El nodo 18A de Intel alcanza un récord de densidad de defectos baja y está listo para clientes internos y externos.

Intel ha logrado avances notables con su tecnología de chip 18A durante el reciente Tech Tour, destacando una reducción significativa en la densidad de defectos.

El chip 18A de Intel alcanza una densidad de defectos récord para lograr tasas de rendimiento óptimas.

El nodo de fabricación 18A destaca como uno de los desarrollos más cruciales de Intel Foundry hasta la fecha. Esto es especialmente cierto dado el mayor escrutinio que rodea las capacidades de fabricación de Intel, tanto por parte de los sectores político como comercial. Es imperativo para el Equipo Azul ofrecer una solución robusta con este lanzamiento. Había mucha expectación por obtener más detalles sobre el proceso 18A, e Intel ha confirmado que ha alcanzado su menor densidad de defectos hasta la fecha, con planes para el inicio de la producción a gran escala en el cuarto trimestre.

Gráfico de producción de Intel 18A que muestra el progreso de la densidad de defectos desde el tercer trimestre de 2024 hasta el segundo trimestre de 2026, con la producción en volumen apuntando al cuarto trimestre de 2025.
Créditos de la imagen: Intel

Este logro en la densidad de defectos es crucial para el nodo 18A, lo que demuestra su potencial para competir en la producción en masa. Para quienes no estén familiarizados, la densidad de defectos se refiere a la cantidad de defectos dentro de un área determinada de una oblea de chip que podrían resultar en productos no funcionales. Estos defectos pueden interrumpir el funcionamiento de transistores, interconexiones y vías. Una mayor densidad de defectos supone un riesgo para chips de mayor tamaño, lo que sería perjudicial para el 18A, especialmente porque está diseñado para aplicaciones de chips a gran escala.

Exhibición del Intel Tech Tour con una oblea de silicio y procesadores etiquetados como Meteor Lake 12th Gen sobre una mesa blanca.
Oblea Intel 18A | Créditos de la imagen: WCCFtech

La importancia de alcanzar un mínimo histórico en densidad de defectos es innegable; sirve como predictor crucial de las tasas de rendimiento esperadas. Con el tiempo, las estimaciones sobre las tasas de rendimiento para el nodo 18A han fluctuado drásticamente, con algunos informes que indican tasas tan bajas como el 10 %.Sin embargo, con el compromiso de Intel de aumentar la producción en masa de la tecnología 18A, estas bajas cifras han quedado obsoletas. Unas tasas de defectos reducidas son esenciales, ya que permiten a Team Blue adaptarse a diseños de matrices más grandes, lo cual es especialmente significativo para sectores como la informática de alto rendimiento (HPC).

Si bien la densidad de defectos es una métrica vital, no refleja la totalidad del escenario del chip 18A. Otros factores, como los fallos paramétricos, los errores de enmascaramiento y los márgenes de proceso, también influyen en la capacidad de producción general de un nodo. A pesar de ello, la reducción sustancial en la densidad de defectos lograda por Intel significa que el chip 18A está posicionado para ser un fuerte competidor frente a alternativas como los procesos N2 de TSMC y SF2 de Samsung.

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