
Experimentar ralentizaciones inesperadas en tu equipo Windows puede ser frustrante, especialmente si no has establecido una rutina de mantenimiento. El mantenimiento regular es crucial, ya que descuidarlo puede provocar problemas de rendimiento aún más graves con el tiempo.
Para que mis portátiles Windows funcionen de forma óptima, he adoptado un programa de mantenimiento anual. Sin embargo, desmontar el dispositivo para realizar revisiones frecuentes puede ser engorroso. Por suerte, ejecutar algunos comandos clave semanalmente ayuda a mantener la integridad del software de tu PC con Windows.
Comprensión de SFC y DISM
Herramientas esenciales de mantenimiento de Windows
El Comprobador de Archivos de Sistema (SFC) es una útil herramienta integrada que supervisa el estado de su sistema Windows. Accesible a través de la terminal de Windows, SFC analiza minuciosamente todos los archivos del sistema operativo para identificar componentes dañados o faltantes. Al detectar un problema, reemplaza automáticamente los archivos defectuosos con versiones nuevas.

Por otro lado, la herramienta de Administración y Mantenimiento de Imágenes de Implementación (DISM) ofrece una alternativa más completa a SFC. Mientras que SFC gestiona archivos de sistema individuales, DISM repara la imagen completa de Windows. Si bien estas dos herramientas pueden funcionar de forma independiente, son más eficaces cuando se utilizan conjuntamente. DISM sienta las bases para SFC, garantizando la integridad del almacén de componentes de Windows. Sin él, SFC podría tener dificultades para restaurar archivos dañados con precisión.
Es importante tener en cuenta el orden en que se ejecutan estas herramientas. Como práctica estándar, primero se ejecuta DISM y luego SFC. Esta secuencia garantiza que SFC tenga acceso a un almacén de componentes en buen estado y actualizado, lo que facilita la reparación de cualquier problema identificado.
Ejecutar DISM y SFC correctamente
El orden correcto para el mantenimiento de Windows
Ejecutar estos comandos es sencillo. Para empezar, abra la terminal de Windows con privilegios de administrador e introduzca el comando DISM de la siguiente manera:
DISM /Online /Cleanup-Image /RestoreHealth
Este comando solicita a DISM que examine el almacén de componentes para detectar cualquier corrupción y solucione cualquier anomalía que detecte. Es fundamental permitir que este proceso se complete, ya que interrumpirlo podría ocasionar complicaciones adicionales.
Después de DISM, debes ejecutar el comando SFC:
sfc /scannow

El comando SFC examinará todos los archivos del sistema y reemplazará los dañados con las versiones correctas restauradas por DISM. Al igual que con DISM, este comando puede tardar un poco más en completarse, por lo que se recomienda paciencia.
En total, ejecutar ambos comandos debería tardar entre 15 y 20 minutos. Normalmente, los resultados son limpios, pero es común que uno o ambos identifiquen y reparen problemas, especialmente después de actualizaciones o instalaciones de software recientes de Windows. Familiarizarse con estas herramientas mejorará considerablemente sus habilidades de administración de PC.
Si bien no es obligatorio ejecutar estos comandos semanalmente, adoptar el hábito puede proporcionar un enfoque proactivo para el mantenimiento. Algunos argumentan que deberían usarse solo cuando surgen problemas específicos; sin embargo, su uso regular ayuda a mitigar problemas potenciales de forma preventiva.
Mi experiencia personal me indica que las pequeñas corrupciones de archivos pueden acumularse con el tiempo, dando lugar a problemas más graves que requieren una resolución exhaustiva más adelante. Abordar los pequeños problemas antes de que se agraven puede ahorrar tiempo y frustración.

Incluso si su computadora parece funcionar con normalidad, un mantenimiento constante es vital. Como cualquier máquina, su PC necesita un cuidado regular, tanto de hardware como de software. El mantenimiento preventivo siempre es preferible a abordar problemas graves una vez que surgen, lo que puede provocar largos periodos de inactividad.
Además, mantener un sistema optimizado se traduce en tiempos de arranque constantes y un rendimiento fluido. Es posible que notes una disminución en los fallos aleatorios o mensajes de error. Si bien ejecutar DISM y SFC no necesariamente mejorará la potencia de tu PC, sí ayuda a mantener un rendimiento óptimo durante más tiempo. Combinar estas prácticas con tareas adicionales de mantenimiento rápido puede revitalizar tu equipo.
Cómo mantener el rendimiento de su PC con Windows
Prevención proactiva de problemas
Utilizar DISM y SFC como parte de su rutina de mantenimiento regular es clave para una higiene informática eficaz. Además de estos comandos, asegúrese de que su sistema esté actualizado, realice análisis de malware ocasionales y elimine archivos innecesarios. Proteger la integridad de los archivos principales del sistema es crucial para evitar problemas ocultos que pueden afectar su productividad y requerir reparaciones costosas.
Su sistema Windows busca un estado óptimo, y aprovechar estas herramientas integradas garantiza su consecución. El único requisito es recordar usarlas con regularidad, lo que le permitirá solucionar problemas menores antes de que empeoren y comprometan la funcionalidad de su equipo.
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