
El esperado proceso de fabricación 18A de Intel enfrenta actualmente desafíos, ya que nuevos informes sugieren que la fabricación de alto volumen (HVM) se ha pospuesto hasta el próximo año debido a tasas de rendimiento insatisfactorias.
El compromiso de Intel con la calidad: Sin producción apresurada con bajos rendimientos de 18 A
La situación de Intel, a menudo conocida como el Equipo Azul, está resultando más compleja de lo previsto. En medio de las fluctuaciones políticas y económicas, la compañía se enfrenta a la incertidumbre sobre el futuro de su división de fundición. Un informe reciente de Hankyung indica que fuentes internas de Intel han revelado la posibilidad de retrasar la implementación del proceso 18A hasta 2026. Este retraso se atribuye principalmente a las tasas de rendimiento actuales, que hacen impracticable la producción en masa y ponen en duda el futuro de la línea de productos Panther Lake.
El plan original de Intel era producir en masa su CPU para portátiles, «Panther Lake», utilizando el proceso 18A hacia finales de año y luego atraer a clientes externos. Sin embargo, existen rumores, tanto dentro como fuera de Intel, de que la producción a gran escala del proceso 18A se ha pospuesto hasta 2026 debido al bajo rendimiento.
Aunque esta noticia pueda parecer desalentadora en un principio, una perspectiva más amplia revela una trayectoria diferente. Las conversaciones con Intel sugieren que, si bien se preveía que el HVM para el nodo 18A estuviera listo para el cuarto trimestre de 2025, la compañía en realidad había planeado escalar la producción de la tecnología Panther Lake para principios de 2026. Por lo tanto, el nuevo informe parece coincidir con el cronograma estratégico de Intel. Cabe destacar que el director ejecutivo Lip-Bu Tan ha enfatizado que la producción en masa no comenzará hasta que las tasas de rendimiento alcancen estándares aceptables, que actualmente rondan el 55% al 65%.

El historial de Intel incluye casos en los que ha mantenido bajos índices de rendimiento durante las etapas de HVM, lo que ha resultado en déficits operativos y productos de baja calidad. Con el próximo proceso 18A, que promete mejores índices de rendimiento, existen perspectivas optimistas tanto para la competencia externa como para la calidad interna de los productos. Dado que Intel busca minimizar las pérdidas operativas y fomentar la confianza de los accionistas, alcanzar la paridad con el líder del sector, TSMC, representaría un avance significativo.
Actualmente, la incertidumbre envuelve los planes de Intel para su división de fundición. Sin embargo, en medio de estos desafíos, la compañía está preparada para una transformación mediante la implementación de rigurosos estándares y estrategias, incluyendo importantes reducciones de personal.
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