
El discurso en torno a la computación cuántica está ganando un impulso considerable, y el CEO de IonQ afirma con audacia que sus chips cuánticos están preparados para «eliminar» la ventaja competitiva de los principales fabricantes de GPU, NVIDIA y AMD.
IonQ apunta a 10.000 qubits para 2027: ¿una amenaza para las GPU tradicionales?
El futuro de la informática es objeto de intensa especulación, en particular sobre si gigantes de las GPU como NVIDIA y AMD podrán seguir mejorando su rendimiento mediante mejoras arquitectónicas y los principios de la Ley de Moore. Los analistas de la industria consideran cada vez más el papel de las computadoras cuánticas para tareas de procesamiento de alta demanda, lo que ha impulsado un auge de empresas de computación cuántica. Entre ellas, IonQ ha declarado su ambición de superar a las GPU clásicas en diversas aplicaciones, afirmando que ni siquiera la vasta edad del universo obstaculizaría su ventaja en rendimiento.
El CEO de $IONQ apareció en Bloomberg esta mañana afirmando que su computación cuántica superará a toda la computación de GPU de $NVDA para 2027, e incluso calificó a Blackwell de broma. Este tipo de publicidad termina en lágrimas. IonQ añadirá otra Q a su debido tiempo.😭 @MartinShkreli pic.twitter.com/B8UKUZV00G
— Ben Pouladian (@benitoz) 16 de septiembre de 2025
Si bien las afirmaciones del CEO Niccolo de Masi sobre la superioridad de los chips cuánticos sobre las GPU tradicionales son ciertamente debatibles, sugirió provocativamente que la arquitectura Blackwell de NVIDIA podría quedar obsoleta pronto. Actualmente, las computadoras cuánticas son particularmente hábiles para resolver problemas especializados en áreas como la optimización, la química y la criptografía; sin embargo, estas capacidades difieren significativamente de la potencia de cómputo de propósito general de los sistemas clásicos.

Durante una discusión con Bloomberg sobre la adquisición de Oxford Ionics por parte de IonQ, el CEO enfatizó que este movimiento estratégico acelera su plan de integrar 10, 000 qubits físicos en un solo chip para 2027. Comprender la mecánica de los chips cuánticos es crucial: constan de qubits físicos, que funcionan como circuitos superconductores para el almacenamiento de datos, y qubits lógicos, que ejecutan algoritmos cuánticos con corrección de errores esenciales para cálculos complejos.
Incluso si alcanzamos los dos millones de cúbits para 2030, eso nos permitirá resolver problemas que las GPU clásicas no podrían abordar, ni siquiera si tuvieran la edad del universo. Los chips Blackwell se verán obsoletos mucho antes de eso: para 2027, con 10 000 cúbits desarrollados en colaboración con nuestros nuevos amigos de Oxford Ionics, y, sinceramente, eso arrasará con todas las supercomputadoras existentes en la Tierra.
Comparar los chips cuánticos con las GPU clásicas es como comparar un coche de Fórmula 1 con un camión de carga. Este último destaca en tareas de procesamiento paralelo con resultados predecibles, mientras que los chips cuánticos se centran en abordar problemas cada vez más complejos que desafían a las máquinas convencionales. Para que empresas como IonQ puedan competir realmente con NVIDIA o AMD, deben aumentar significativamente su número de cúbits lógicos, una hazaña que plantea considerables desafíos técnicos.
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