
El inminente iPhone «todo pantalla» de Apple se perfila como el lanzamiento más revolucionario de la compañía hasta la fecha. Se espera que esta innovadora línea presente un diseño impecable, dominado por una sola lámina de cristal, un homenaje apropiado al 20.º aniversario de su icónica serie de smartphones. Actualmente, prevemos que pasarán al menos dos generaciones más antes de que esta experiencia de pantalla completa llegue al mercado, aunque un analista de pantallas sugiere que Apple podría tardar cerca de cinco años en perfeccionar esta ambiciosa visión. Durante este periodo, se proyecta que el iPhone evolucionará en tres fases distintas, adoptando gradualmente su nueva estética de diseño.
Visión 2026: Un diseño en evolución con un recorte compacto
De cara al futuro, se prevé que el diseño del iPhone previsto para 2026 presente un recorte en forma de píldora más pequeño. Según informes, Apple está trabajando en la miniaturización de los componentes de Face ID para adaptarse a este espacio reducido. Si bien se especulaba que los próximos iPhone 18 Pro y iPhone 18 Pro Max prescindirían del recorte en forma de píldora en favor de un diseño perforado con funciones de Face ID integradas bajo la pantalla, las perspectivas de Ross Young, fundador de Display Supply Chain Consultants (DSCC), indican que dicho cambio podría no ocurrir hasta el lanzamiento de la serie iPhone 20 en 2028.
Para el próximo año, se espera que el iPhone 18 presente un recorte más pequeño en forma de píldora, con componentes de Face ID redimensionados para adaptarse a este diseño compacto. Para 2030 —dentro de más de cinco años—, Young estima que Apple finalmente presentará el tan esperado iPhone «todo pantalla», sin recortes visibles; en su lugar, se espera que la cámara selfie y los componentes de Face ID se ubiquen bajo la pantalla OLED.

Dada la historia de Apple y la reconocida experiencia de Young, parece que tendremos que ser pacientes hasta que llegue el iPhone definitivo. El gigante tecnológico suele introducir cambios graduales con cada iteración. Por ejemplo, se prevé que la serie iPhone 16 experimente modificaciones externas mínimas, salvo paneles ligeramente más grandes en los modelos «Pro».
El largo período de desarrollo del iPhone «todo pantalla» podría atribuirse a los problemas relacionados con la degradación de la calidad de imagen al colocar la cámara frontal detrás de la pantalla OLED. Además, la fiabilidad del sistema Face ID cuando todos los componentes están ocultos tras la pantalla sigue siendo incierta, lo que justifica la cautela de Apple, que busca innovar sin comprometer la funcionalidad.
Fuente de la noticia: Ross Young
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