
Dragon Ball Daima reavivó recientemente las discusiones entre los fanáticos, especialmente con la tan esperada progresión de Vegeta hacia la forma Super Saiyan 3. Sin embargo, la serie parece haber regresado a patrones que muchos encuentran problemáticos. La última historia enfrenta a Vegeta y Goku a un desafío inesperado que involucra armas de fuego, y los fanáticos ahora están debatiendo las implicaciones que esto tiene para el personaje y el legado de Vegeta.
En el multifacético fandom de Dragon Ball, la división entre el Equipo Goku y el Equipo Vegeta sigue siendo marcada. Los partidarios de Vegeta a menudo expresan su frustración, argumentando que la narrativa lo coloca repetidamente en un papel subordinado a Goku. Este último desarrollo ha reavivado las preocupaciones de que, a pesar de los recientes avances con Super Saiyan 3, Vegeta está siendo retratado una vez más bajo una luz poco favorecedora, convirtiéndolo casi en un chiste. La aparición de extravagantes pistolas de rayos podría servir como catalizador para este discurso renovado.
La disparidad entre Goku y Vegeta
Vegeta vs Guns: Un nuevo desafío





En el episodio 15 de Dragon Ball Daima, los espectadores presencian a Goku y su equipo enfrentándose a un batallón equipado con armamento formidable. Inicialmente, Goku sucumbe a un ataque paralizante con pistola de rayos, pero sorprendentemente, se recupera rápidamente y toma represalias, mostrando su resistencia. Por el contrario, cuando Vegeta entra en la refriega, se encuentra en desventaja. Es derribado por una ráfaga láser de la misma fuerza de ataque, sin poder levantarse en absoluto después del golpe. Significativamente, Vegeta se ve obligado a solicitar un Revive Bug, un elemento curativo que recuerda a las famosas Senzu Beans, lo que resalta una tendencia narrativa preocupante.
Resulta evidente que, si bien se muestra a Goku como capaz de actuar de forma independiente incluso después de resultar herido, la dependencia de Vegeta de su aliado para recuperar su funcionalidad lo deja aún más sumido en las sombras. Este incidente parece servir como otro recordatorio de la lucha de Vegeta por liberarse de los límites narrativos que lo mantienen subordinado a Goku.
Continuidad en el tratamiento narrativo de Vegeta
Las limitaciones del Ultra Ego

El viaje de Vegeta a lo largo de la franquicia de larga data continúa siendo un punto de discordia entre los fanáticos. La evolución de Dragon Ball Daima sigue de cerca a su predecesor, Dragon Ball Super, que aumentó las apuestas para Vegeta, pero no sin inconvenientes significativos. Un problema evidente surge de la introducción de la forma Ultra Ego. Con la intención de ser el equivalente de Vegeta al Ultra Instinto de Goku, sus experiencias con Ultra Ego se han visto empañadas en gran medida por fallas inesperadas en múltiples ocasiones, en particular contra el personaje Granola durante el arco de Moro.
Esta serie de reveses ha hecho que pierda confianza en el Ultra Ego, lo que ha obligado a Vegeta a centrarse en dominar su variante personalizada del Ultra Instinto. Sin embargo, esta trayectoria lo lleva una vez más a seguir un camino similar al de Goku, en lugar de establecer una identidad única.
Aunque los errores en Dragon Ball Daima parecen menos impactantes en comparación con los desarrollos de personajes anteriores en Dragon Ball Super, aún contribuyen a una situación narrativa que se siente cada vez más redundante. Los fanáticos son comprensiblemente sensibles sobre la representación de Vegeta, considerando su ilustre historia y la necesidad percibida de un mayor respeto por su personaje. Después de años de énfasis fuera de lugar y potencial desperdiciado, es desalentador que Vegeta todavía parezca relegado al papel de una figura trágica en la saga en curso de Goku.
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