Dragon Ball Daima promete ser una emocionante incorporación a la querida franquicia, ya que los guerreros Z se embarcan en otra aventura en busca de las Dragon Balls mientras se enfrentan a formidables nuevos enemigos. Esta serie no solo sirve para satisfacer a los fanáticos, sino que también presenta alteraciones intrigantes en la tradición establecida, manteniendo a la audiencia cautivada y adivinando sobre los elementos novedosos que se desarrollarán. Sin embargo, es importante señalar que no todas las características del anime están libres de defectos.
La introducción de nuevos conceptos es vital para la serie, lo que hace necesario hacer pausas en la búsqueda de Goku y sus aliados para explorar el fascinante Reino de los Demonios. Desafortunadamente, la forma en que se implementan estas pausas suele ser repetitiva. Si bien los fanáticos de toda la vida pueden haber hecho la vista gorda ante este tropo en instancias anteriores, el último episodio lo repite una vez más, revelando una preocupante falta de narrativa matizada.
La repetición en las interrupciones narrativas de Dragon Ball Daima
Interferencias frecuentes de vehículos: un defecto narrativo
En Dragon Ball Daima , los guerreros Z dependen en gran medida de una nave espacial para atravesar diferentes reinos, un cambio con respecto a las sagas anteriores de Dragon Ball Z, donde la teletransportación era algo común. Esta elección narrativa introduce limitaciones, en particular para los personajes que no pueden teletransportarse, y el concepto de «aire denso» en este nuevo reino requiere viajes en vehículos. Sin embargo, este enfoque ha dado lugar a dispositivos narrativos predecibles.
Cuando la trama requiere una pausa para el desarrollo de la historia, la narrativa recurre con frecuencia a complicaciones con sus viajes aéreos. Por ejemplo, los personajes encuentran obstáculos por primera vez cuando solo tienen una pequeña nave espacial a su disposición. En un episodio inicial, Goku, Shin y Glorio sufren el robo de su vehículo, y este escenario se ha convertido desde entonces en un recurso argumental común cada vez que la historia necesita un descanso.
Además, se han utilizado averías recurrentes de las naves espaciales para generar pausas necesarias, como se ilustró recientemente cuando la exploración del planeta Megath por parte de la tripulación se detuvo abruptamente debido a una falla del motor. Aunque las interrupciones narrativas a veces son esenciales, el uso excesivo de problemas de los vehículos resulta obsoleto y eclipsa el rico mundo que Daima podría explorar a través de una narración más creativa.
Potencial para un arco de formación atractivo
Una de las características más destacadas de Dragon Ball Daima es su enfoque único para la transformación de personajes: convertir a los Guerreros Z en niños, lo que presenta un desafío significativo para sus fortalezas tradicionales. Junto con el entorno único del Reino de los Demonios, estos cambios obstaculizan sus poderes, lo que ofrece una excelente oportunidad para que Goku y Vegeta se sometan a un entrenamiento para adaptarse y superar nuevos desafíos.
La introducción de adversarios poderosos aporta una dinámica refrescante, y el Kraken es un excelente punto de partida para el desarrollo del personaje. En lugar de depender de la tediosa narrativa de los problemas con los vehículos, Dragon Ball Daima podría utilizar estos encuentros como un trampolín para que Goku y Vegeta entrenen y mejoren sus habilidades, lo que en última instancia ofrece una historia más satisfactoria.
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