La ansiedad puede ser una emoción abrumadora con la que las personas luchan por lidiar. Ciertas actividades ayudan a disminuir la preocupación cuando surge.
No es sólo un sentimiento, la inquietud persistente puede alterar la vida diaria, incluido el trabajo, las relaciones y la satisfacción general. La preocupación se manifiesta de muchas formas, desde una ligera inquietud hasta un pánico intenso.
Cualquier actividad que haga que el corazón se acelere, produzca sudor o conduzca a una respiración profunda mejora la salud. Te estás volviendo más fuerte, tu cuerpo está liberando buenas hormonas y tienes un sólido sistema de apoyo a tu alrededor.
Para algunas personas, un programa de entrenamiento apropiado y variado que incluya actividades tanto relajantes como emocionantes puede ser una técnica más eficaz para reducir los síntomas de ansiedad y aumentar la resiliencia al estrés.
¿El ejercicio ayuda con la ansiedad?
Cuando está deprimido o ansioso, es posible que sienta que el ejercicio no es algo que le gustaría hacer. Sin embargo, una vez que las personas comienzan y lo practican, el ejercicio puede tener un impacto significativo.
Es fácil quedar atrapado en el estrés de la vida cotidiana y perder de vista una de sus responsabilidades más esenciales: cuidarse bien. Nos enfrentamos a numerosas presiones en nuestra vida diaria.
Las culturas laborales tóxicas nos educan para trabajar como si no hubiera un mañana, independientemente de si nuestros cuerpos nos dicen que paremos.
También se cree que el ejercicio es importante para mantener la salud mental y puede ayudar a aliviar el estrés.
Según los estudios, es extremadamente bueno para reducir la fatiga, aumentar el estado de alerta y la atención y mejorar el rendimiento cognitivo general. Esto es especialmente útil cuando el estrés ha agotado su energía o su capacidad de concentración.
¿Cómo ayuda el ejercicio con la ansiedad?
Cuanto más ejercicio hagas, más fuertes se volverán tus funciones ejecutivas. El ejercicio promueve la neuroplasticidad, tanto a corto como a largo plazo.
La neuroplasticidad permite que el cerebro se adapte a los cambios de factores externos, lo que podría ayudarle a afrontar más fácilmente las experiencias estresantes.
También se ha demostrado que la actividad aeróbica regular mejora el volumen de materia gris en la corteza prefrontal y en el hipocampo, lo que resulta en una mejor capacidad de atención junto con el control de los impulsos.
En general, el ejercicio puede ayudarle a sentir un mayor control de sus emociones y hacer que le resulte más fácil evitar la respuesta de lucha o huida.
Cuando realizamos una actividad física moderada, el eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal se activa y los neurotransmisores transmiten mensajes al cuerpo, aumentando la circulación sanguínea.
Se activan varias regiones del cerebro, incluido el sistema límbico (que gobierna la motivación y la emoción), el área conocida como amígdala (que controla la respuesta al estrés) y el hipocampo (que regula la formación de la memoria).
Ejercicios para calmarte
1) corriendo
¿Has oído hablar de la “euforia del corredor”? Es algo legítimo. Correr puede ayudarte a relajarte y aumentar los neurotransmisores que te hacen sentir bien.
Los investigadores creen que esto se debe a la capacidad aeróbica de los corredores para mantener un ritmo constante durante largos períodos de tiempo.
Correr regularmente puede ayudarte a mejorar tu nivel de condición física y protegerte contra la depresión. Según algunos estudios, una baja resistencia cardiorrespiratoria puede provocar el inicio de la depresión.
2) Senderismo
Caminar por el bosque es una excelente manera de escapar de la vida cotidiana y acercarse a la naturaleza. Te aleja de las prisas y el ajetreo de los acontecimientos del día a día y te sitúa en un entorno tranquilo.
El silencio, la soledad: podría ser el lugar perfecto para relajarse y disfrutar del aire libre mientras hace ejercicio.
Como la mayoría de las actividades físicas, el senderismo aumenta la circulación sanguínea al cerebro y los músculos. Esto podría desencadenar la liberación de “hormonas de la felicidad”, o endorfinas.
3)yoga
El yoga es una excelente manera de aliviar el estrés. Incluye varias posturas dinámicas y estáticas combinadas con respiraciones profundas. El yoga, un ejercicio de equilibrio entre mente y cuerpo, puede ayudarle a lograr un equilibrio más saludable al estimular el modo de relajación natural de su cuerpo.
Para reducir el estrés, pruebe el yoga para principiantes; Los programas populares de “power yoga” pueden resultar demasiado difíciles si su objetivo principal es relajarse.
Hacer algo que ayude a aliviar la ansiedad o la depresión es una forma adecuada de afrontar la situación.
Intentar sentirse mejor consumiendo alcohol, centrarse en sus sentimientos o creer que la depresión o la ansiedad desaparecerán por sí solas. conducir a un aumento de los síntomas. De ahí que hacer ejercicio sea una buena práctica para aliviar la ansiedad.
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