
Panorama de la disputa legal
- El animador Buck Woodall afirma que Disney se apropió de su concepto original para Moana.
- Woodall afirma que la idea fue compartida con Disney a través de un pariente vinculado a Hollywood.
- Disney niega cualquier asociación con el trabajo de Woodall y se espera que el próximo juicio aclare los orígenes creativos de la película.
El corazón de un importante conflicto legal se está desarrollando en Los Ángeles, donde el animador Buck Woodall ha presentado una demanda alegando que Disney se apropió del concepto de su aclamado largometraje animado de 2016, Moana, de su proyecto anterior. Woodall afirma que Disney tuvo acceso a su idea original, titulada Bucky the Surfer Boy, a través de una conexión familiar dentro de la industria, lo que cree que constituye un ejemplo flagrante de robo de ideas.
Woodall explica que su proyecto era una película animada de temática polinesia que desarrolló años antes del estreno de Moana, que actualmente está a punto de tener una adaptación de acción real. Calcula que invirtió alrededor de 500.000 dólares en la elaboración de un paquete completo de película, con guion, guion gráfico y tráiler animado. En 2003, proporcionó este material a Jenny Marchick, la hermanastra de la esposa de su hermano, que era empleada de Mandeville Films en ese momento. Mandeville tenía un acuerdo de «primera vista» con Disney, lo que le daba al estudio la opción principal para distribuir sus proyectos.
Woodall afirma que Marchick lo instó a mejorar los detalles sobre Bucky, sugiriendo que sus materiales terminaron influyendo en la creación de Moana.»Ambas historias representan a un personaje joven que ignora la guía de sus padres y se embarca en un peligroso viaje a través de las aguas de Polinesia para salvaguardar su patria en peligro», afirmó Woodall. Indicó además que ambos proyectos resaltan la importancia cultural polinesia del «acceso sin restricciones al mar como un derecho nativo».Por el contrario, Disney ha negado constantemente cualquier vínculo entre el concepto de Woodall y Moana, manteniendo que sus propios narradores elaboraron la narrativa de forma completamente independiente. La selección del jurado para el juicio comenzó a principios de esta semana, lo que preparó el escenario para determinar si Disney tuvo acceso a los materiales de Woodall y si sus afirmaciones de infracción de derechos de autor tienen mérito.
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La demanda de Woodall enfrenta serios desafíos legales. Si bien vio por primera vez Moana a fines de 2016 y notó similitudes con su propio proyecto, no inició acciones legales hasta 2020, superando el plazo de prescripción para la mayoría de sus reclamos. En consecuencia, la jueza de distrito de EE. UU.Consuelo Marshall dictaminó que solo siguen pendientes los reclamos relacionados con Buena Vista Home Entertainment de Disney, responsable de distribuir Moana en DVD y Blu-ray. Woodall también intentó incluir a Disney+ en la demanda, alegando que sus ingresos deberían tenerse en cuenta en el cálculo de los daños; sin embargo, la jueza desestimó esta solicitud, aclarando que Disney+ opera independientemente de Buena Vista Home Entertainment.
El juez aplicará una prueba extrínseca para determinar si Moana tomó prestados aspectos protegibles de Bucky, en lugar de temas meramente genéricos, lo que provocó un examen intenso de las similitudes alegadas. Disney defiende firmemente la originalidad de su trabajo, lo que subraya la considerable inversión creativa detrás de Moana, que es elogiada como una de sus principales películas animadas. A medida que avanza el juicio, un jurado decidirá en última instancia si la querida franquicia de Disney es un producto de innovación interna o si debe su inicio al guión anterior de un animador pasado por alto.
Fuente: Court House News
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