
La administración estadounidense está cada vez más alarmada por los rápidos avances de China en inteligencia artificial (IA), en particular con respecto a las capacidades de Beijing para desarrollar modelos sofisticados de IA.
El auge de la IA en China: perspectivas de David Sacks
Según David Sacks, figura destacada del sector de la IA y exasesor de la administración Trump, las estrategias regulatorias empleadas por EE. UU.han impulsado inadvertidamente la innovación en China. Si bien el gobierno estadounidense ha implementado controles estrictos sobre las exportaciones de hardware de IA a China, restringiendo a empresas como NVIDIA la venta de modelos específicos de chips, estas medidas no solo han frenado el crecimiento de la IA en China, sino que también han intensificado su impulso hacia el desarrollo de tecnología autóctona. Este cambio se evidencia en las importantes iniciativas de empresas como Huawei, con sus chips de IA Ascend, y DeepSeek, conocida por sus innovadores modelos de IA.

Sacks criticó abiertamente el marco regulatorio estadounidense por ser excesivamente estricto, argumentando que tales restricciones al desarrollo de IA podrían debilitar la influencia tecnológica estadounidense, lo que podría permitir a las empresas chinas ofrecer alternativas superiores, a menudo a precios más bajos y con menos regulaciones. Señaló que la administración Trump reconoce las complejidades de equilibrar la innovación con la regulación, de ahí la reciente decisión de revertir la política de difusión de IA del presidente Biden en favor de un nuevo enfoque.
Me preocupa que estemos en una trayectoria en la que el miedo podría superar a la oportunidad y terminar, en cierto modo, paralizando este maravilloso progreso que estamos viendo. Rescindimos la regla de difusión de Biden, que… convirtió la difusión en una mala palabra. Difusión de nuestra tecnología debería ser una buena palabra.
– David Sacks vía Reuters
En cuanto a la destreza tecnológica de China, Sacks también destacó las implicaciones de la dinámica geopolítica actual. Comentó que la reciente visita de Trump a Oriente Medio podría interpretarse como un indicador de los esfuerzos de Estados Unidos por evitar que la tecnología china de inteligencia artificial se infiltre en regiones donde la influencia estadounidense ha sido dominante. En particular, destacó el éxito de Huawei en la exportación de equipos de telecomunicaciones a los países del Golfo, aprovechando las lagunas legales de las sanciones estadounidenses.
Para mantener una ventaja competitiva, Sacks instó a la actual administración a desmantelar las barreras que frenan la innovación en IA en EE. UU. De lo contrario, advirtió, los competidores chinos podrían acortar distancias rápidamente, y algunos de sus modelos de IA, según se informa, están a solo tres meses de alcanzar la paridad con sus homólogos estadounidenses.
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