
Recuperar el rendimiento de tu PC con Windows no requiere una gran inversión de tiempo. Con solo unos sencillos pasos, puedes restaurar tu equipo a su velocidad y eficiencia originales.
5 El hardware de tu dispositivo sigue siendo importante
Cuando una PC empieza a funcionar con lentitud, suele haber un hardware inadecuado oculto. Las actualizaciones más efectivas suelen afectar a dos componentes principales: almacenamiento y memoria. Pasar de un disco duro estándar a un SSD NVMe o SATA puede aumentar drásticamente la velocidad y solucionar los problemas de alta actividad del disco. Los beneficios tangibles de este cambio incluyen tiempos de arranque más rápidos, inicios de aplicaciones más rápidos y una experiencia general más fluida.
Además, 16 GB de RAM se han convertido en la nueva opción ideal incluso para ordenadores de sobremesa y portátiles de gama básica. Permite una multitarea fluida, especialmente al gestionar varias pestañas del navegador o aplicaciones que consumen muchos recursos. Si tu configuración no es suficiente, considera añadir un módulo de RAM adicional de 8 GB; suele ser una forma rentable de obtener un aumento notable en el rendimiento.
Antes de explorar el interior de su PC, consulte el manual de su dispositivo para comprobar la compatibilidad con las actualizaciones. Si bien algunas computadoras facilitan el acceso y la modificación del hardware, otras pueden presentar dificultades. Priorizar las actualizaciones de hardware es crucial si el sistema persiste.
4. Administre mejor las pestañas de su navegador
La gestión excesiva de pestañas puede afectar significativamente el rendimiento del equipo. Cada pestaña abierta consume memoria y potencia de procesamiento, lo que contribuye a una experiencia lenta. Muchos usuarios, incluido yo, caen en la trampa de acumular pestañas: mantener abiertos innumerables artículos y recursos por miedo a perderlos.
Para solucionar este problema eficazmente, utiliza herramientas como Session Buddy, que te permiten guardar y restaurar tus pestañas según sea necesario, reduciendo el desorden. Establecer un límite de pestañas personal ayuda a mantener la concentración y la eficiencia; yo mantengo el mío por debajo de diez pestañas siempre que puedo.
Además, usar aplicaciones para tomar notas, como Sticky Notes, te permite anotar enlaces o ideas importantes para más adelante sin depender únicamente de las pestañas abiertas. Este enfoque no solo optimiza los recursos, sino que también facilita un flujo de trabajo más organizado.
3. Revise su configuración de energía
Los modos de energía de Windows pueden influir significativamente en el rendimiento de tu PC. Es fundamental equilibrar las funciones de ahorro de energía con tus necesidades de rendimiento. De forma predeterminada, Windows funciona en modo Equilibrado cuando está conectado a la red, lo que puede ralentizar inadvertidamente el rendimiento del sistema.
Para optimizar la configuración, ve a Inicio > Configuración > Sistema > Energía y batería. Aquí puedes cambiar el modo de energía a Máximo rendimiento tanto cuando el dispositivo está conectado como cuando funciona con batería, lo que evita limitaciones innecesarias durante tareas cruciales. Ajusta también la configuración de Ahorro de energía ; reducir el umbral de activación del 30 % al 20 % o incluso al 10 % puede prolongar el rendimiento del sistema antes de que se activen las restricciones de energía.
2. Ejecute el Liberador de espacio en disco para eliminar archivos basura
Un entorno Windows sano se beneficia del espacio libre en disco. Idealmente, la unidad de instalación debería mantener al menos un 15 % de espacio libre para garantizar un funcionamiento óptimo. Puede comenzar su proceso de limpieza con la utilidad Liberador de espacio en disco integrada en Windows, que elimina actualizaciones obsoletas de Windows, archivos en caché y elementos de la Papelera de reciclaje.
Además, considere habilitar Storage Sense para la limpieza automática en el futuro. Para obtener información más detallada sobre el uso del espacio, TreeSize es una excelente herramienta que visualiza su almacenamiento, destacando los que más espacio consumen y que podrían requerir su atención.
1 Revise su lista de aplicaciones de inicio permitidas
Muchas aplicaciones se añaden sigilosamente a la lista de inicio al instalarse, lo que provoca tiempos de arranque más lentos y un mayor consumo de recursos del sistema. Es fundamental evaluar periódicamente estas aplicaciones de inicio para garantizar que solo se ejecuten las necesarias.
Para modificar la lista de inicio, haz clic derecho en el botón Inicio y selecciona Administrador de tareas. En la pestaña Aplicaciones de inicio, ordena las aplicaciones por Estado y consulta la columna Impacto en el inicio para identificar las que ralentizan el arranque. Desactiva las aplicaciones innecesarias: este sencillo paso puede mejorar significativamente la velocidad de inicio y la capacidad de respuesta general de tu ordenador.
Preguntas frecuentes
1.¿Con qué frecuencia debo revisar mis aplicaciones de inicio?
Es una buena práctica revisar las aplicaciones de inicio cada pocos meses o después de instalar nuevo software para asegurarse de que los programas innecesarios no estén ralentizando su PC.
2.¿Qué pasa si el Liberador de espacio en disco no libera suficiente espacio?
Si el Liberador de espacio en disco no es suficiente, considere usar software de terceros como TreeSize para identificar archivos grandes que se puedan eliminar o mover a una unidad diferente.
3.¿Cambiar la configuración de energía afectará la vida útil de la batería?
Sí, cambiar al modo de Máximo Rendimiento puede provocar una descarga rápida de la batería. Se recomienda usar el modo de Máxima Eficiencia Energética cuando se necesita prolongar la vida útil de la batería, especialmente al estar desenchufado.
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