
Resumen
- Surge controversia sobre el papel de la IA en la producción de anime: los defensores citan la eficiencia, mientras que los críticos advierten sobre la pérdida de creatividad.
- Un caso legal reciente resalta problemas de derechos de autor: dos personas en Japón detenidas por vender carteles de anime eróticos generados por IA.
- Observaciones sobre la legalidad del doujinshi: las ganancias menores permiten la creación, en marcado contraste con las ventas de arte generadas por IA.
Enlaces rápidos
La conversación en torno al uso de la inteligencia artificial en la industria del anime está cada vez más polarizada. Por un lado, los defensores defienden el potencial de la IA para mejorar la eficiencia en la producción, permitiendo a los creadores ahorrar tiempo y recursos financieros. Por el contrario, los detractores argumentan que la IA socava la originalidad artística y amenaza el empleo de ilustradores humanos.
Un aspecto destacado de este debate gira en torno a la ética de utilizar la IA para generar contenido que infrinja los derechos de autor. Los casos de sistemas de IA utilizados para replicar creaciones existentes han hecho sonar las alarmas en toda la industria. Recientemente, dos ciudadanos japoneses fueron sorprendidos in fraganti vendiendo en Internet carteles provocativos con imágenes de personajes de anime muy queridos creadas con IA, lo que desató conversaciones sobre las repercusiones de tales acciones.
AI Art declarada infracción de derechos de autor
Los perpetradores se declaran culpables
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Las fuerzas de seguridad de Japón han identificado a dos hombres, de 36 y 40 años, que se enfrentan a cargos por infracción de derechos de autor. Detectados por la unidad de patrulla cibernética de la fuerza policial japonesa, un equipo especializado en la lucha contra las violaciones de derechos de autor en línea, estos individuos fueron detenidos por crear y distribuir carteles generados por inteligencia artificial que mostraban representaciones eróticas de varios personajes de anime conocidos, como Asuka y Mari de Neon Genesis Evangelion y la Chica Maga Oscura de Yu-Gi-Oh !.
Su trabajo incluía una mezcla de personajes clásicos y de nicho de series de anime que se originaron a fines del siglo XX. Según se informa, los dos hombres se dirigieron a un grupo demográfico específico de otaku, intentando satisfacer la nostalgia y el interés de los coleccionistas. Durante el período de mayo de 2023 a marzo de 2024, las ventas totales del dúo fueron significativas: el hombre más joven ganó aproximadamente 10 millones de yenes (alrededor de USD 63, 700) y el hombre mayor, alrededor de 5, 7 millones de yenes (aproximadamente USD 36, 700).
¿Por qué está bien hacer algún fan art?
¿Cuándo se trata de una infracción de derechos de autor?

La distinción entre las actividades de estos individuos y el vibrante mundo de los doujinshi (cómics y mangas creados por fans) pone de relieve los debates actuales sobre los derechos de autor en el ámbito del anime. Los artistas de doujinshi operan dentro de una zona gris legal, ya que generalmente son tolerados cuando las ganancias son modestas. Eventos como Comiket atraen multitudes masivas, celebrando y facilitando el intercambio de doujinshi, lo que crea una comunidad en torno a franquicias queridas.
La legalidad de los doujinshi se debe en parte a sus márgenes de beneficio limitados, que se destinan principalmente a cubrir los costes de producción en lugar de generar grandes sumas de dinero. Según SoraNews24, el escritor Casey Baseel destaca que:
Los editores de anime y manga, y las organizaciones encargadas de hacer cumplir la ley, a menudo aplican una política de no intervención hacia los pequeños artistas aficionados, con el argumento de que tales acciones fomentan la participación de los aficionados y el crecimiento artístico sin afectar significativamente el valor de mercado de las obras originales. Sin embargo, cuando los individuos comienzan a obtener ganancias millonarias sin ninguna contribución artística, esa indulgencia se evapora.
Aunque los artistas de doujinshi suelen realzar el atractivo de las series originales, el caso de los dos hombres demuestra una explotación flagrante de material protegido por derechos de autor. Este escenario podría ensombrecer los esfuerzos futuros destinados a utilizar la tecnología de inteligencia artificial con fines lucrativos en espacios creativos. Los resultados legales para estos individuos siguen pendientes, pero se espera que se enfrenten a multas sustanciales, lo que servirá como una severa advertencia para no caer en la trampa de las violaciones de derechos de autor.
Para mantener el disfrute del fandom, los compradores deben buscar fuentes legítimas de obras de arte o explorar alternativas de doujinshi creadas por artistas apasionados e independientes.
Fuente: SoraNews24
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