Clasificación de los 7 peores retrocesos en Hollow Knight: Silksong

Clasificación de los 7 peores retrocesos en Hollow Knight: Silksong

Mientras la comunidad de jugadores sigue alabando la excelencia de Hollow Knight: Silksong, persiste un importante punto de discordia para algunos jugadores: los desafiantes regresos a los jefes pueden resultar excesivos. Este aspecto ha generado opiniones diversas entre los fans, y la ausencia de un enfoque universalmente aceptado para afrontar estas arduas aventuras es evidente.

Algunos jugadores prosperan bajo la presión de estos rigurosos retoques, aprovechando la oportunidad de perfeccionar sus habilidades y adaptarse a la mecánica del juego. Otros prefieren una transición más fluida a las batallas contra jefes, minimizando las distracciones y concentrándose por completo en la lucha. Personalmente, creo que ningún método es el mejor para afrontar estos encuentros.

Sin embargo, es innegable que Pharloom presenta rutas particularmente difíciles que pueden resultar frustrantes, especialmente para quienes aún dominan a los jefes involucrados. Para destacar este problema, he compilado una lista de los siete retrocesos menos favorables en Hollow Knight: Silksong, clasificados para su consideración.

7 Padre de la Llama

Molestias invencibles

El Padre de la Llama es sin duda un jefe atractivo que aprovecha al máximo la fluida mecánica de movimiento de Hornet. Sin embargo, no me convence del todo el Matorral de Fuegos Artificiales. Aunque el área es relativamente compacta y el camino de regreso no es muy largo, los implacables enemigos, en especial las llamas que los persiguen, hacen que el viaje sea irritante.

Aunque suelo llegar al jefe con la salud al máximo, lograrlo requiere movimientos meticulosos para evitar el daño constante de estos proyectiles enemigos, que son alarmantemente precisos. Aunque no es el peor retroceso del juego, mis experiencias negativas aquí destacan, situándolo por debajo de otros que se integran a la perfección con la experiencia de juego general.

6 Último juez

Sobrevalorado pero intenso

Mi victoria sobre el Último Juez me ha llevado a cuestionar la percepción popular sobre este recorrido. En mi opinión, no merece la reputación de excesivamente difícil que muchos le atribuyen. El único desafío significativo surge de la posición del enemigo Driznit justo en tu camino, una fuente frecuente de interrupciones durante esta partida.

De no ser por la complicada ubicación de este adversario, probablemente habría disfrutado del regreso, ya que entrena eficazmente a los jugadores para dominar las mecánicas de las plataformas. La experiencia adquirida al luchar contra el Juez Final ha sido invaluable, y aunque ese Driznit hace que el regreso sea un desafío, no es la pesadilla que a menudo se describe.

5 Mosca Bestia Salvaje

Un viaje tedioso

Mi aversión al regreso antes de enfrentarme a la Bestia Salvaje se intensifica por mi desagrado personal por el propio jefe, lo que hace que el viaje se sienta aún más tedioso. Incluso si logras activar la banca más cercana, permaneces separado de la arena del jefe por un exceso de pantallas, donde no ocurre nada interesante, solo contenido de relleno.

Si este viaje hubiera tenido elementos más interesantes, mis frustraciones podrían haber disminuido. Desafortunadamente, consiste en correr y caer monótonamente hasta que finalmente me enfrento a un jefe terriblemente decepcionante y una recompensa igualmente aburrida, lo que me deja decidido a evitar esta repetición en futuras partidas.

4 Skarrsinger Karmelita

Desvíos innecesarios

Es frustrante cuando secuencias inevitables, como diálogos o animaciones, solo hacen perder tiempo valioso antes de una pelea con un jefe, y eso es precisamente lo que me pasa con Skarrsinger Karmelita. Claro, es una de las mejores batallas del juego, pero requerir el Needolin, correr a la arena y sortear desvíos innecesarios añade retrasos innecesarios.

Aunque aprecio el contexto narrativo, no puedo evitar recordar las quejas de los jefes oníricos de Hollow Knight, donde los jugadores no pueden retomar el juego fácilmente sin atravesar las largas secuencias oníricas. La innecesaria longitud del recorrido de regreso, sumada a la distancia hasta la banca más cercana para posibles ajustes de configuración, hace que afrontar este potente desafío sea aún más frustrante.

3 Caracol furioso

Sobrecarga de plataformas

Las Arenas de Karak ofrecen una experiencia cautivadora pero frustrante, castigando a los jugadores con poca destreza en la navegación de plataformas. Esta dificultad se hace dolorosamente evidente en el regreso a la Concha Furiosa, donde la larga secuencia de parkour antes del jefe a menudo resulta más desafiante que el combate en sí.

Aunque un atajo permite a los jugadores saltarse algunos pasos anteriores, no cambia fundamentalmente la distancia recorrida; simplemente desvía un camino repleto de peligros ambientales y enemigos infames. Ojalá pudiera disfrutar más del jefe, pero un retroceso insatisfactorio eclipsa su diseño e intriga.

2 bailarines de trébol

Hermoso pero largo

Al igual que en mi experiencia con Skarrsinger Karmelita, la batalla contra los Danzantes del Trébol se esconde tras una serie de exigentes obstáculos. Los jugadores deben usar el Needolin para acceder a la mente del Príncipe Verde, lo que implica largas caminatas antes de que comience la lucha.

Este viaje se ve exacerbado por los auténticos elementos de plataformas y los encuentros con enemigos en el camino hacia el jefe, creando uno de los recorridos más agotadores (y largos) del juego. Si bien no tengo reparos en volver a visitar Verdania con frecuencia, el equilibrio entre el disfrute de una zona y el desafío percibido no logra ofrecer una experiencia satisfactoria en general.

1 Groal el Grande

El desafío definitivo del peregrino

A pesar de mi peculiar cariño por Bilewater, el regreso a Groal el Grande destaca como la única experiencia en Hollow Knight: Silksong que realmente me frustra. Mientras que otros regresos pueden presentar rutas confusas o excesivamente largas, este personifica el desafío del desánimo.

Representando el juego de regreso más largo, está plagado de peligros ambientales, enemigos molestos y desafíos de plataformas agotadores. Peor aún, el banco más cercano está notablemente escondido, lo que prolonga la inevitable frustración. Encontrarse con adversarios implacables y lidiar con un jefe que, en comparación, resulta insoportable resulta en una experiencia agotadora y desagradable.

Por lo tanto, afirmo que el camino a Groal merece la reputación tan negativa que tiene en mi opinión. De ahí en adelante, puedo mostrar escepticismo hacia otros caminos de regreso, pero este viaje en particular parece diseñado exclusivamente para incitar la desesperación.

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