La congelación cerebral es una fuerte sensación de dolor al tomar un helado o tomar una bebida fría. Ese dolor de cabeza repentino y punzante no se debe a que tu cerebro esté haciendo un berrinche, sino a un fenómeno conocido como neuralgia del ganglio esfenopalatino, más comúnmente conocido como congelación cerebral.
La picadura helada ocurre cuando algo muy frío toca el techo cálido de la boca (el paladar), provocando una rápida constricción e inflamación de los vasos sanguíneos en el área. Es similar a una tormenta invernal repentina en la boca, donde el frente frío golpea el aire cálido, lo que hace que los vasos sanguíneos se contraigan en un movimiento defensivo.
Luego, a medida que se calientan, se dilatan rápidamente, lo que es como si la tormenta se disipara tan rápido como llegó. El cambio rápido es lo que activa esos receptores del dolor en la cabeza, enviando señales de angustia que se manifiestan como un dolor de cabeza agudo, aunque de corta duración.
¿Tomar helado puede provocar congelación del cerebro?
Sumergirse en una deliciosa bola de helado a veces puede llevarte a las frías garras de un congelamiento cerebral. Ahora bien, si bien puede parecer que se está librando una batalla helada dentro de tu cabeza, no temas.
El intenso dolor de cabeza, aunque agudo, suele ser de corta duración y dura sólo entre 20 y 30 segundos. Pero esos segundos pueden parecer bastante largos cuando estás atrapado en esta condición.
Maneras de deshacerse del congelamiento cerebral
En primer lugar, la calidez es tu aliada. Cuando el dominio helado de la afección se apodere de ti, actúa rápidamente presionando tu lengua contra el paladar. Es como enviar una manta para calentar el área o tomar una bebida caliente, como té o café. No es sólo reconfortante; es un movimiento táctico para normalizar la temperatura en la boca y aliviar el dolor.
Ahora, hablemos de prevención. Saborea ese helado o bebida helada. Disfrutarlo lentamente previene el cambio brusco de temperatura que provoca la congelación del cerebro. Piense en ello como un paseo tranquilo en lugar de una carrera de velocidad en el parque de delicias heladas.
El agua, el elixir de la vida, también es tu amiga aquí. Beber agua a temperatura ambiente puede ser un bálsamo calmante, elevando suavemente la temperatura dentro de la boca para aliviar el malestar.
Para un poco de alivio creativo, intente cubrirse la boca con la mano y respirar aire caliente en el paladar. Es como crear una mini sauna allí, una escapada tropical personal de la tormenta helada.
Y, a veces, la mejor acción es la inacción. La congelación del cerebro suele durar sólo entre 20 y 30 segundos. A veces, simplemente esperar pacientemente mientras reflexionamos sobre la naturaleza fugaz de la incomodidad y la alegría duradera del helado es el mejor curso de acción.
Recuerda que, armado con estas estrategias y un poco de paciencia, puedes disfrutar de tus delicias heladas con confianza, sabiendo que estás preparado para cualquier sorpresa fría que pueda surgir en tu camino. Así que adelante y disfruta de esa bola (o dos) de helado.
¿Puede la congelación cerebral conducir a algo peor?
Aunque la sensación puede ser intensa, es tan fugaz como una estrella fugaz y normalmente desaparece entre unos segundos y un minuto una vez que se elimina el estímulo frío o se emplean tácticas de calentamiento a>
Es reconfortante saber que el interludio helado es benigno. La congelación cerebral no se desplaza alrededor de tu cerebro ni de otros órganos vitales; está localizado completamente en la boca. Y aunque puede parecer una caída polar, no congela ninguna parte del cerebro ni causa daños duraderos.
Sin embargo, si sufre un dolor inusualmente intenso o prolongado, es aconsejable consultar a un profesional de la salud. Probablemente no sea nada, pero a veces nuestros cuerpos ondean banderas que merecen una mirada más cercana.
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