Crítica de la película ‘Borderline’: Samara Weaving y Ray Nicholson brillan en esta emocionante película de terror sobre un fandom que salió mal.

Crítica de la película ‘Borderline’: Samara Weaving y Ray Nicholson brillan en esta emocionante película de terror sobre un fandom que salió mal.

Una cantante (Samara Weaving) se enfrenta a una realidad escalofriante.

En la última incorporación al género de terror «atrapado en una casa», Samara Weaving protagoniza a Sofia, una cantante devota que se ve atrapada por su fan obsesivo, Paul Duerson (Ray Nicholson).Cuando Paul irrumpe en su casa, el guardaespaldas de Sofia, Bell (Eric Dane), descubre su impotencia ante la alarmante obsesión de su fan. Este apasionante thriller explora el lado oscuro de la fama, capturando la inquietante intensidad del siniestro encanto de Nicholson.

Como era de esperar, la película profundiza en la dinámica de la obsesión: Sofía no solo está confinada por Paul, sino también por otro admirador que ignora su humanidad con tal de estar en su presencia. La película promete una aventura emocionante, con una banda sonora cautivadora y momentos impactantes que subrayan los inquietantes límites a los que puede llegar la obsesión por las celebridades.

Al examinar si esta película realmente se considera una película de terror, se alinea hábilmente con las convenciones del subgénero de las «trampas».Si bien carece de los tradicionales sobresaltos o momentos de escondite, contribuye sólidamente a este estilo cinematográfico. Lo que más resuena en *Borderline* es su perspicaz análisis del fandom y las medidas extremas que algunos individuos toman en nombre de la obsesión.

Los peligros del fandom: cuando la obsesión cruza la línea

Uno de los aspectos más atractivos de la película reside en su representación de Paul como el fanático obsesivo. La sociedad suele estereotipar el afecto de las mujeres por las celebridades como algo «raro», lo cual puede ser desalentador. Como mujer que ha experimentado tal juicio por expresar admiración por actores o artistas, aprecio la desviación consciente de *Borderline* al no representar a las mujeres como fanáticas apasionadas. La mayoría de las veces, el amor de las mujeres por la obra de un artista es inofensivo, y se compone de noches viendo películas o asistiendo a espectáculos públicos.

La obsesión casi posesiva de Paul con Sofía representa una realidad inquietante, que refuerza la idea de que con frecuencia son los hombres los que exhiben un intenso dominio sobre sus intereses: ¡pensemos en todos los hombres que reclaman derechos exclusivos sobre franquicias como Star Wars!

Aunque *Borderline* presenta un escenario extremo, evita admirablemente el cliché de la «fanática loca» que suele manchar la imagen femenina en los medios. Sirve como recordatorio de que ciertos hombres son igualmente capaces de albergar obsesiones tóxicas.

En general, *Borderline* se presenta como un thriller ingenioso y cautivador que presenta su narrativa con claridad.¡No te pierdas esta intrigante película en cines y presencia el impresionante debut del director Jimmy Warden!

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