Un grupo de científicos británicos informó el jueves 11 de enero que habían descubierto por primera vez la gripe aviar en poblaciones de lobos marinos y elefantes marinos en la isla subantártica de Georgia del Sur.
Según Reuters, los expertos sospecharon inicialmente la existencia de gripe aviar (virus H5N1) en octubre del año pasado tras la desaparición de múltiples aves marinas skúas pardas en Bird Island, que forma parte de las Islas Sandwich del Sur y el Territorio Británico de Ultramar de Georgia del Sur. En algunos otros lugares también se había producido un aumento de las muertes de skúas pardas, gaviotas cocineras y lobos marinos.
¿Qué causa la gripe aviar?
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., las enfermedades que ocurren naturalmente entre las aves acuáticas silvestres son la causa de la gripe aviar (CDC). Estos virus se clasifican según las proteínas de superficie hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N) y son miembros de la familia de virus de la influenza A. Los virus de la influenza aviar vienen en diferentes subtipos, cada uno identificado por un número H o N (p. ej., H5N1, H7N9).
Las aves infectadas con el virus pueden transmitirlo a otros animales a través de escupitajos y otros fluidos corporales.
Según el anuncio de octubre del British Antártico Survey, lo más probable es que el virus haya sido traído a Georgia del Sur por aves migratorias que viajaron desde América del Sur. Los investigadores de APHA y BAS dedicaron tres semanas de diciembre a recolectar muestras de aves y mamíferos fallecidos en las islas impactadas.
¿Pueden los humanos contraer la gripe aviar?
No es típico que las personas contraigan influenza aviar, también conocida como gripe aviar. La mayoría de los casos se producen por contacto directo o íntimo con aves enfermas o su entorno.
Los virus de la influenza aviar ocasionalmente experimentan alteraciones genéticas que dan como resultado variantes que son capaces de infectar a los humanos. Cuando esto sucede, puede provocar brotes o incluso pandemias, ya que las personas pueden tener poca o ninguna inmunidad preexistente a la nueva cepa.
Las personas suelen contraer la influenza aviar de las aves cuando entran en contacto con la saliva, las secreciones nasales o las heces de aves infectadas. En lugares donde coexisten aves domésticas y humanos, esto es más probable que ocurra. Existe la posibilidad de que los humanos entren en contacto con el virus debido a ciertos comportamientos, como tener pollos vivos en los hogares.
Curiosamente, no todos los virus de la gripe aviar son peligrosos para las personas. Los humanos pueden tener síntomas respiratorios moderados debido a algunas cepas, pero se han relacionado enfermedades graves e incluso la muerte con ciertas cepas, incluidas la H5N1 y la H7N9.
Prevenir la transmisión de la influenza aviar a humanos requiere la implementación de intervenciones de salud pública, como la vigilancia de posibles casos humanos y el seguimiento y control de brotes en aves de corral< ai=2>. También existe una menor probabilidad de que se produzcan brotes de gripe aviar en poblaciones humanas gracias a la investigación y el desarrollo de vacunas, técnicas de detección temprana y medidas de contención.
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