En el episodio 2 de la temporada 11 de Below Deck, que se emitió el 12 de febrero de 2024, las tensiones aumentaron entre dos nuevas azafatas a bordo del yate de lujo St. David. Este episodio se tituló Pier Pressure. En el episodio, Barbie Pascual, una experimentada trabajadora de yates con un negocio paralelo en decoración de eventos, chocó con su colega azafata Cat Baugh, quien aportó su propia experiencia junto con su amor por el aire libre al trabajo.
El contraste entre estos dos miembros del equipo se convirtió en un punto central del drama esta temporada, impactando no solo su propia dinámica de trabajo sino también la de todo el equipo de St. David. La fricción se desarrolló en la pantalla, lo que permitió a los espectadores ser testigos de los conflictos interpersonales que se desarrollaron mientras trabajaban a bordo de las serenas aguas del Caribe.
La carne de Barbie y Cat sacude el barco en Debajo de la cubierta
La tensión fue evidente entre Barbie y Cat desde sus interacciones iniciales en la temporada 11 de Below Deck . Barbie aportó una amplia experiencia previa trabajando en yates de lujo similares al exigente St. David. Por el contrario, los antecedentes de Cat, aunque incluían una variedad de trabajos en yates, no la prepararon para las altas expectativas de este barco. Sus diferentes antecedentes profesionales preparan el escenario para el conflicto.
A principios de la temporada de vuelos chárter, los desacuerdos relacionados con el trabajo tensaron aún más la relación entre las dos azafatas. Un incidente notable tuvo que ver con un servicio de desayuno insatisfactorio, seguido más tarde por enfoques divergentes en la preparación de las habitaciones.
Estos eventos resaltaron los diferentes estilos de trabajo y comunicación de Barbie y Cat, alimentando su creciente discordia. Su enemistad continuó desarrollándose ante la cámara durante todo el episodio 2 de la temporada 11 de Below Deck .
Barbie creía que los altos estándares de servicio en el St. David requerían un cierto ritmo y nivel de eficiencia que, en su opinión, Cat no cumplía. Su frustración surgió de la preocupación de que la calidad del servicio a los huéspedes se estuviera viendo comprometida en Below Deck.
Los intentos de Barbie de abordar estas cuestiones fueron directos; ella creía en brindar retroalimentación clara e inmediata para mejorar la situación. Sin embargo, su acercamiento provocó una mayor tensión entre ella y Cat.
La decisión de Barbie de plantear sus preocupaciones a Fraser Olender, el jefe de azafatas, reflejó su compromiso de mantener los estándares de servicio del yate, pero también marcó una escalada significativa en su conflicto.
Por otro lado, Cat se sintió abrumada por las expectativas puestas sobre ella en el ambiente acelerado del St. David. Ella percibió la retroalimentación directa de Barbie no como una crítica constructiva sino como ataques personales, que afectaron su confianza y desempeño.
La lucha de Cat por adaptarse al exigente entorno del yate se vio agravada por su sentimiento de aislamiento debido al conflicto con Barbie. En busca de apoyo, Cat expresó sus frustraciones a otros miembros del equipo de Below Deck, con la esperanza de encontrar comprensión y ayuda para afrontar el desafiante entorno de trabajo.
A medida que la disputa entre Barbie y Cat se intensificaba, los líderes del yate reconocieron la necesidad de intervenir. Tanto el capitán Titheradge como el mayordomo jefe Fraser Olendar observaron el impacto negativo del conflicto en la moral de la tripulación y la calidad del servicio a los huéspedes.
Para mediar, Fraser facilitó reuniones para abordar la situación de frente. Su enfoque implicó discusiones iniciales individuales con cada azafata para comprender completamente sus perspectivas y expresar sus quejas. Después de estas reuniones privadas, organizó una sesión conjunta con Barbie y Cat.
En un esfuerzo por aliviar las tensiones, se ajustaron las responsabilidades laborales para que Barbie y Cat pudieran trabajar de forma más independiente. Esto redujo las interacciones directas y los puntos de fricción entre ellos. Aunque no fue una resolución inmediata, estos cambios iniciaron una mejora gradual en la relación laboral de las azafatas en conflicto.
Pensamientos finales
A medida que continúa la temporada 11 de Below Deck, las experiencias de Barbie, Cat y toda la tripulación del yate arrojan luz sobre las complejas demandas del trabajo en yates de lujo. Operar en estos entornos exclusivos requiere no sólo habilidad profesional, sino también la capacidad de gestionar relaciones interpersonales complejas con colegas.
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