Barry Keoghan habla sobre su milagrosa recuperación de una enfermedad carnívora 

Barry Keoghan habla sobre su milagrosa recuperación de una enfermedad carnívora 

Barry Keoghan, una futura estrella de Hollywood, compartió recientemente un relato escalofriante de su encuentro casi fatal con la fascitis necrotizante, una enfermedad carnívora, en una entrevista con GQ.

Este dramático episodio se desarrolló justo antes de que comenzara a filmar la película nominada al Oscar, The Banshees of Inisherin. La apasionante historia de supervivencia, resiliencia y el notable cambio que llevó a una nominación al Oscar de Keoghan sirve como testimonio de su espíritu inquebrantable.

El roce de Barry Keoghan con la muerte

Barry Keoghan (Imagen vía Instagram/@keoghan92)
Barry Keoghan (Imagen vía Instagram/@keoghan92)

En la entrevista, Keoghan reveló su batalla potencialmente mortal contra la fascitis necrotizante, una infección agresiva que amenazaba no solo su carrera sino también su vida.

La infección, que es mortal en aproximadamente el 20 por ciento de los casos según los CDC, comenzó a partir de una fuente aparentemente inocua: un corte, una quemadura o incluso una picadura de insecto. La situación de Keoghan era tan grave que los médicos consideraron la posibilidad de amputarlo y no pudieron asegurarle su supervivencia cuando lo pidió.

La peligrosa fase estuvo marcada por una intensa intervención médica, con Keoghan hospitalizado pocos días antes del rodaje de The Banshees of Inisherin. El director Martin McDonagh recuerda haberlo visitado en el hospital, donde a pesar de la gravedad de su condición, Keoghan se mantuvo sorprendentemente sereno, incluso optimista acerca de unirse al set de filmación.

Su resiliencia fue tal que aseguró a McDonagh su disponibilidad, diciendo:

«Sí, no, voy a estar bien. ¡Te veré el martes!»

Hoy, Keoghan lleva las marcas de su terrible experiencia: un rastro de tejido cicatricial retorcido que recorre su brazo, que recuerda a un tatuaje de serpiente.

Los peligros de la fascitis necrotizante

Barry Keoghan (Imagen vía Instagram/@keoghan92)
Barry Keoghan (Imagen vía Instagram/@keoghan92)

La fascitis necrotizante, la afección potencialmente mortal con la que Keoghan luchó, es una infección bacteriana poco común pero grave. que destruye rápidamente los tejidos blandos del cuerpo. Las bacterias responsables de esta afección pueden ingresar al cuerpo incluso a través de lesiones menores, provocando síntomas como dolor intenso, hinchazón, fiebre y, en etapas avanzadas, toxicidad. shock.

Si no se trata a tiempo, la infección puede provocar daño tisular, una infección a>, e incluso la muerte. La naturaleza agresiva de la fascitis necrotizante a menudo requiere cirugías, incluida la amputación, para detener su propagación.

El impacto psicológico y físico de esta enfermedad es profundo, lo que hace que la recuperación de Keoghan y su regreso a su carrera como actor sea una hazaña notable de resiliencia humana y destreza médica.

Una racha de fortuna y esfuerzos futuros

Después de la recuperación, la carrera de Keoghan fue testigo de un ascenso meteórico. Su actuación en The Banshees of Inisherin no solo obtuvo elogios de la crítica sino también una nominación al Oscar, cumpliendo el aliento profético de McDonagh durante su visita al hospital.

Este período también marcó un hito personal para Barry Keoghan. Mientras filmaba para Saltburn en 2021, experimentó la alegría de la paternidad con el nacimiento de su hijo, Brando.

A pesar de la exigente agenda, Keoghan aprovechó estos momentos de alto riesgo, haciendo malabarismos con las tomas nocturnas y las alimentaciones nocturnas.

Barry Keoghan (Imagen vía Instagram/@keoghan92)
Barry Keoghan (Imagen vía Instagram/@keoghan92)

Actualmente, Keoghan está equilibrando su floreciente carrera cinematográfica con proyectos personales. Abandonó Gladiator 2 de Ridley Scott para un proyecto con Andrea Arnold y está explorando una película basada en la historia de su propia vida.

Al reflexionar sobre su viaje, Barry Keoghan expresa un sentimiento de asombro y gratitud.

«Es una locura cuando lo miro… Mirando el cartel [de Hollywood] y ya sabes, quería esto cuando era niño… Esto era algo con lo que soñaba cuando era niño», dijo.

La historia de Barry Keoghan no es sólo la de una recuperación milagrosa de una enfermedad potencialmente mortal, sino también la de su espíritu indomable y su resiliencia.

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