
Baldur’s Gate 3 ofrece un nivel excepcional de libertad a los jugadores a la hora de diseñar y personalizar sus personajes. Más allá de las clases de personajes tradicionales y las complejas opciones de multiclase, el juego fomenta las estrategias creativas para crear personajes eficientes y poderosos.
Una táctica notable consiste en equipar armas formidables en la mano secundaria mientras se mantiene libre la mano principal. Este enfoque es particularmente beneficioso para los monjes, ya que les permite mejorar sus configuraciones sin sacrificar su capacidad de infligir un daño significativo sin armas. A continuación, describimos cómo puedes usar de manera efectiva un arma secundaria mientras tu brazo principal permanece sin equipar.
Cómo equipar armas en la mano secundaria en Baldur’s Gate 3
Equipar armas únicamente en la mano secundaria puede ser un poco complicado, ya que la mecánica del juego suele favorecer equipar armas en la mano principal primero. Sin embargo, con unos sencillos pasos, puedes asignar con éxito un arma a tu mano secundaria:
- Comienza por desequipar las armas de dos personajes, asegurándote de que uno de ellos sea el personaje al que quieres equipar con un arma secundaria.
- Abre el menú del grupo presionando la tecla Tab y procede a usar el arma doble con el personaje que desees, asegurándote de equipar el arma deseada en su mano secundaria. Por ejemplo, puedes elegir equipar a un monje con el
en su mano secundaria.
- Transfiere el arma principal del personaje que quieres modificar a la ranura de arma vacía del segundo personaje. Esto liberará la mano principal del segundo personaje y conservará su arma secundaria.
Las ventajas de las armas secundarias para los monjes en Baldur’s Gate 3

Los monjes dependen principalmente de ataques sin armas para infligir daño, lo que a menudo hace que se pierdan las bonificaciones pasivas que ofrecen varias armas en Baldur’s Gate 3. Sin embargo, la estrategia de utilizar un arma secundaria abre nuevas vías para mejorar y diversificar sus configuraciones.
Al aprovechar los efectos pasivos de las armas secundarias, los monjes pueden distribuir sus puntos de habilidad de manera más efectiva. Por ejemplo, pueden optar por invertir en Sabiduría, Constitución y Destreza mientras mantienen una puntuación de Fuerza baja de solo 8. Con objetos como el Club de Fuerza de Gigante de las Colinas, pueden elevar su Fuerza a 19, lo que les otorga una valiosa bonificación de +4 a las pruebas de Fuerza. Este método ayuda a reducir la dependencia de dos de los elixires más buscados por los personajes Monjes:


Tanto los monjes camorristas de la taberna como aquellos que prefieren los ataques basados en la fuerza pueden optimizar su eficacia equipando potentes armas secundarias para mejorar sus ataques de fuerza. Además, invertir en Destreza no solo mejora la clase de armadura del monje, sino que también mejora su iniciativa, lo que garantiza un rendimiento sólido tanto en escenarios ofensivos como defensivos.
En resumen, la práctica de utilizar armas secundarias beneficia significativamente la optimización de la construcción. Al adoptar esta táctica, los jugadores pueden desbloquear nuevos niveles de utilidad, una mejor distribución de la puntuación de habilidad y una mayor eficiencia general en las construcciones de sus personajes.
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