La escena final de Babygirl refleja ingeniosamente los momentos iniciales

La escena final de Babygirl refleja ingeniosamente los momentos iniciales

Advertencia: Este artículo contiene spoilers de Babygirl , actualmente en cartelera en cines.

Dirigida por Halina Reijn, Babygirl está protagonizada por Nicole Kidman en un apasionante thriller erótico que investiga en profundidad las complejidades de la sexualidad femenina. La película capta de inmediato este importante tema en su escena inicial, donde Romy comparte un momento íntimo con su esposo, Jacob. Sin embargo, esta intimidad se contrasta más adelante con las experiencias reales de placer de Romy, lo que arroja luz sobre el aspecto performativo de su matrimonio.

A pesar de la recepción mixta que se refleja en su banda sonora en Rotten Tomatoes, la película aborda de manera eficaz temas importantes a través de su estructura narrativa. El primer vistazo a los deseos reprimidos de Romy sirve como una conmovedora introducción a su viaje de autodescubrimiento y la búsqueda de una intimidad genuina.

Una escena de apertura performativa

La intimidad refleja la mirada masculina

Captura de pantalla de Babygirl
Película Babygirl
Nicole Kidman en Babygirl

Según Halina Reijn, la película aborda “la brecha del orgasmo” que experimentan las mujeres en comparación con sus homólogos masculinos ( IndieWire ). En la escena inicial, las imágenes se centran predominantemente en la perspectiva masculina, lo que sugiere una desconexión en la experiencia auténtica de Romy. Después de la escena, su acto de ver pornografía en secreto ofrece una visión de un matrimonio marcado por el desequilibrio y el secreto en lo que respecta a la satisfacción sexual.

La descripción inicial de la intimidad revela rápidamente un problema más profundo de autenticidad para Romy. Su actuación forzada durante su momento íntimo se destaca por su elección de participar en tareas domésticas estereotipadas (como usar un delantal con volados mientras prepara almuerzos para sus hijas), solo para que Jacob reaccione negativamente. Esta representación insinúa el peso de las expectativas sociales puestas sobre ella.

A medida que se desarrolla la narración, la tensión entre la personalidad pública de Romy y su identidad privada se hace cada vez más evidente, lo que incita al público a reconsiderar las implicaciones de su identidad performativa.

El viaje transformador de Romy

El crecimiento se destaca en la escena final

Escena de Babygirl
Otra escena de Babygirl
Escena final de Babygirl

Tras la escena inicial, la narrativa de Babygirl cambia radicalmente. Las fantasías ocultas de Romy evolucionan y revelan una tensión cada vez mayor entre sus responsabilidades familiares y su identidad sexual. Este conflicto constituye el eje central de la esencia de thriller erótico de la película, aunque concluye con una nota de empoderamiento con la evolución de Romy.

La escena final refleja la íntima escena inicial, pero muestra la nueva autenticidad de Romy. Después de casi dos décadas de matrimonio, ella experimenta un orgasmo genuino con Jacob, lo que marca un marcado contraste con el acto performativo presentado al principio de la película. Este momento final ilustra simbólicamente el crecimiento de sus personajes y el desarrollo de su relación, a pesar de las complejidades introducidas por las fantasías y experiencias previas de Romy.

En su conclusión, Babygirl ofrece un mensaje esperanzador sobre la búsqueda de la intimidad genuina y la autoaceptación en las relaciones.

Fuente: IndieWire

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