Ariana Grande respondió recientemente a quienes critican su cuerpo, expresando su desaprobación de la perturbadora comodidad de la sociedad al comentar sobre los cuerpos de los demás.
La polifacética artista está actualmente en el centro de atención debido a su interpretación de Glinda en la adaptación cinematográfica de *Wicked*, que se ha convertido rápidamente en una sensación de taquilla, generando un gran revuelo en cuanto a premios. Desafortunadamente, incluso en medio de logros tan importantes, las celebridades femeninas a menudo se encuentran luchando contra quienes las critican por su cuerpo. Grande y su coprotagonista de *Wicked*, Cynthia Erivo , han soportado un intenso escrutinio debido a las fluctuaciones de peso percibidas durante sus actividades promocionales.
La reacción emocional de Ariana Grande ante la humillación corporal
En una reciente entrevista con la periodista Salima Poumbga, Grande habló sobre el daño que los comentarios que la avergüenzan por su cuerpo le han causado a lo largo de los años. Al reflexionar sobre su exposición a lo largo de toda su vida bajo los focos de atención, señaló: “He escuchado todas las versiones de eso… de lo que está mal conmigo. Y luego lo solucionas, y luego está mal por diferentes razones”. Si bien las celebridades a menudo enfrentan un mayor escrutinio debido a su fama, Grande enfatizó las implicaciones más amplias de la humillación corporal, destacando sus efectos dañinos en la autoestima de las personas independientemente de su estatus público.
Durante la conversación, compartió una anécdota inquietante: “Incluso si vas a la cena de Acción de Gracias y la abuela de alguien dice: ‘¡Dios mío, te ves más delgada! ¿Qué pasó?’ o ‘¡Te ves más pesada! ¿Qué pasó?’ Eso es algo que resulta incómodo y horrible sin importar dónde suceda y sin importar la escala en la que suceda”. Su respuesta emocional subrayó un punto crucial: “Hay una comodidad que la gente tiene al comentar sobre eso [mi cuerpo] que creo que es realmente peligroso. Y creo que es peligroso para todas las partes involucradas”.
A pesar de los desafíos que enfrenta en relación con la percepción pública, Grande expresó su gratitud por su red de apoyo, que refuerza su sentido de belleza y autoestima. Ahora emplea estrategias para minimizar el impacto del juicio externo, afirmando: “Tengo trabajo que hacer y una vida que vivir”. Y concluyó con firmeza: “Cuídate. ¡Porque nadie tiene derecho a decir m**rda!”.
Entendiendo la cultura de la humillación corporal
Grande articuló conmovedoramente la cultura perjudicial que rodea la humillación corporal y las discusiones inapropiadas en las que la gente participa sobre la apariencia de los demás. Es esencial reconocer que este tipo de conversaciones, ya sea que ocurran a través del escrutinio generalizado de los medios o de comentarios familiares casuales, pueden afectar profundamente la autoestima de las personas. La sociedad debe reconsiderar su inclinación a criticar lo que está fuera de su ámbito de competencia. Ya es hora de que fomentemos un entorno en el que las personas se sientan aceptadas independientemente de sus cuerpos y de que detengamos la narrativa dañina que vincula la autoestima a la apariencia.
Como ilustran las experiencias de Grande, nadie debería tener que justificar ni explicar su apariencia a nadie, ya sea una celebridad o una persona común. En cambio, es esencial cultivar una cultura de empatía y comprensión, centrándose en las cualidades internas en lugar de en las apariencias externas.
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