
El acto final de Arcane: una mezcla de emociones
Como fanático ferviente de Arcane , debo compartir que el final de la serie me hizo llorar. Sin embargo, sentí que el acto final pasó por alto ciertos elementos cruciales. En lugar de explorar intrincadamente la dinámica de poder que existe entre las clases sociales, la narrativa tomó un giro grandioso, presentando una clara dicotomía de lo correcto contra lo incorrecto. En esencia, la narración se volvió más grande que la vida, pero tal vez a costa de sus temas centrales.
Visualmente impactante, narrativamente rica
Arcane se perfila como una de las series animadas más cautivadoras, tanto en términos visuales como narrativos. Los arcos argumentales de los personajes son cautivadores; las motivaciones y luchas de cada individuo son tan ricas que invitan al público a adentrarse en un laberinto moral, donde las perspectivas sobre lo correcto y lo incorrecto son sumamente subjetivas. Esta profundidad en el desarrollo de los personajes brilla particularmente en el contexto de la disparidad de clases entre la adinerada Piltover y la empobrecida Zaun.
La esencia del conflicto de clases
El clasismo juega un papel fundamental en Arcane , mostrando inicialmente un mundo arruinado por la corrupción y el crimen organizado que enfrenta a los privilegiados contra los desfavorecidos. La tensión derivada de estas divisiones sociales es lo que hizo que las primeras partes de la serie fueran tan atractivas. Sin embargo, a medida que la narrativa avanzaba hacia sus últimos episodios, este enfoque pareció disminuir, dando paso a una amenaza más abstracta y existencial: la visión de Viktor de una «Gran Evolución».
El ascenso de Viktor: un nuevo tipo de amenaza
Corrompido por la tecnología hextech que originalmente fue diseñada para salvarlo, Viktor cree que el verdadero progreso solo puede lograrse a costa del libre albedrío. Su ambición, que amenaza con despojar a la humanidad de su autonomía, significa un desafío formidable que obliga a los antiguos enemigos a unirse. Esta transformación de la lucha de clases a la lucha contra un mal más amplio plantea preguntas sobre las complejidades de la elección y la cooperación humanas.
¿Estamos reciclando una narrativa familiar?

El concepto de adversarios que se unen para combatir a un enemigo común no es nuevo; ha sido un tema recurrente en varias películas de conjunto, particularmente dentro de las franquicias de Marvel y DC. Si bien esta estrategia puede tener éxito ocasionalmente, en el contexto de Arcane , se sintió un poco apresurada. Las intrincadas tensiones entre Piltover y Zaun, como la animosidad de Caitlyn hacia Jinx que culminó en un nacionalismo extremo, se desvanecieron en el fondo a medida que la amenaza más grande tomó precedencia.
Soluciones simplistas a problemas complejos
El final simplificó en exceso el tema subyacente de la curación de una sociedad fracturada, reduciéndolo a una elección binaria: cooperar o morir. La perspectiva de Viktor, aunque defectuosa, identificó las imperfecciones de la humanidad debido a la elección. En el clímax, su afirmación de que la supresión del libre albedrío conduciría a la unidad resalta involuntariamente una verdad inquietante. Aunque hubo momentos fugaces en los que los guerreros de Zaun parecieron dispuestos a abandonar a sus homólogos de Piltovia, como era de esperar, regresaron para enfrentarse al mal mayor codo a codo. Finalmente, sus esfuerzos culminaron en una victoria, con Sevika obteniendo un asiento en el consejo como representante de Zaun, un paso tentativo hacia la unidad.
La decadencia del carácter de Viktor
En el final de la serie, el propio Viktor parecía haber perdido la profundidad que lo definía inicialmente. Su comuna, que ahora se revelaba como un culto de mente colmena, puso de relieve su descenso a la tiranía. A diferencia de Silco, que era un antagonista astuto y complejo, Viktor carecía de matices y dependía únicamente de la fuerza bruta sin la astucia que hacía de Silco un villano tan formidable.
Una conclusión brillante a pesar de los defectos

A pesar de sus defectos narrativos, el final de Arcane fue innegablemente espectacular. El primer episodio del acto final, ‘Pretend Like it’s The First Time’, mezcló belleza y desamor, y sirvió como testimonio del excepcional desarrollo de los personajes y la narración de la serie. La calidad de la animación, la banda sonora y la actuación de voz se ha mantenido incomparable a lo largo de la serie.
El futuro de Runaterra nos espera
Afortunadamente, esta no será nuestra última aventura en el mundo de Runaterra. Hay spin-offs en el horizonte que prometen una mayor exploración del intrincado panorama político y la profundidad característica que hizo que Arcane se destacara. Por ahora, una sola amenaza existencial puede ser suficiente, pero aún quedan muchas historias por contar.
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