
La intersección de la tecnología y el lenguaje a veces puede llevar a resultados inesperados, como se puso de manifiesto recientemente con un fallo notable que afectó a varios dispositivos de Apple. En un curioso giro de los acontecimientos, los usuarios han informado de que la función de autocorrección está cambiando por error la palabra «racista» por «Trump».Este problema se produce principalmente cuando se utiliza la función de conversión de voz a texto, una herramienta que se utiliza habitualmente para la mensajería con manos libres y por usuarios que no pueden escribir.
Un video compartido por Pop Base muestra uno de esos incidentes, en el que se muestra con qué rapidez la función de autocorrección modifica la palabra que el usuario desea escribir. Si bien este problema parece afectar a muchos usuarios de iPhone, no se ha manifestado de manera universal; por ejemplo, mi propio dispositivo no mostró la misma corrección errónea. Sin embargo, Apple ha reconocido el problema y está trabajando activamente para solucionarlo.
Según un comunicado de Apple ( según informó The Associated Press ), la compañía ha identificado que el problema se origina en el modelo de reconocimiento de voz utilizado en su función de Dictado. Observaron una superposición «fónica» entre «racista» y «Trump», lo que sugiere que otras palabras que comienzan con la letra «r» también pueden desencadenar esta corrección no deseada.
Esta explicación plantea interrogantes sobre las complejidades de la tecnología de reconocimiento de voz, en particular sobre cómo puede malinterpretar las frases incluso cuando las letras en cuestión están dispuestas de forma diferente. Un usuario expresó su escepticismo sobre la necesidad de una solución, argumentando: «No veo ningún problema con esta función. No presenta ninguna información falsa».Sin embargo, esta perspectiva no es universalmente aceptada, ya que varios usuarios se han apresurado a defender a Trump, con comentarios como «Todo lo que tienes que hacer es AMAR a Estados Unidos y serás considerado racista», lo que muestra los sentimientos polarizados en torno a este tema.
¿Un fallo es siempre malo?
Si analizamos más de cerca el contexto más amplio que rodea las acciones históricas de Trump, se podría argumentar a favor de una comprensión más matizada del término “racista” en relación con él. Un ejemplo significativo se remonta al caso de los Cinco de Central Park en 1989, en el que Trump desempeñó un papel controvertido. Infamemente, publicó un anuncio de página completa en los periódicos pidiendo el regreso de la pena de muerte, dirigido directamente contra cinco jóvenes negros y latinos que fueron condenados injustamente por un delito que no cometieron.
Años después, el verdadero autor, Matías Reyes, confesó el crimen, pero Trump se ha abstenido de pedir disculpas a los Cinco de Central Park, lo que afianza aún más la narrativa de su presunto racismo. Este acontecimiento histórico ha vinculado la descripción de Trump como “racista” al discurso público durante décadas.
Así, aunque la tecnología de reconocimiento de voz de Apple puede estar funcionando mal debido a las similitudes fonéticas que vinculan inadvertidamente “racista” y “Trump”, las implicaciones sociales del término en sí siguen profundamente arraigadas en los debates en curso sobre raza, justicia y responsabilidad. Ocasionalmente, los fallos tecnológicos pueden llevar a reflexiones sobre verdades más amplias; debemos permanecer atentos y conscientes de estas conexiones.
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