
En una medida estratégica para mitigar los riesgos asociados a su cadena de suministro global, Apple ha trasladado una parte significativa de la fabricación de su iPhone de China a la India. Sin embargo, datos recientes de un analista de Jefferies indican que Apple sigue siendo vulnerable a sus operaciones en China, y se proyecta que aproximadamente 9 millones de iPhones se seguirán enviando directamente desde China a Estados Unidos.
El doble enfoque estratégico de Apple
Para afrontar los desafíos que plantean los aranceles de importación y el conflicto comercial en curso, Apple ha implementado una estrategia integral de dos partes:
- Trasladar la mayor parte de su producción de iPhone de China a la India.
- Después de que la administración Trump aumentó los aranceles de importación a los productos indios, Apple obtuvo con éxito una exención temporal al comprometerse a invertir 600 mil millones de dólares a nivel nacional, con el objetivo de establecer una sólida cadena de suministro de silicio de extremo a extremo.
Estas medidas estratégicas han reducido eficazmente la exposición de Apple a los riesgos relacionados con los aranceles. Sin embargo, las tensiones geopolíticas se reavivaron cuando la administración Trump destacó las estrictas regulaciones de China sobre las exportaciones de tierras raras e insinuó la posibilidad de imponer aranceles del 100 % a productos adicionales.
Aunque, según se informa, la administración estadounidense ha dado pasos atrás para alejarse del borde de una guerra comercial que lo abarque todo, y Trump ha descrito los próximos cambios en los aranceles como algo “eterno”, el panorama económico sigue siendo inestable.
Posible impacto fiscal en Apple
A la luz de estos acontecimientos, Jefferies ha proporcionado un análisis que invita a la reflexión sobre las perspectivas financieras de Apple, en particular con respecto a su año fiscal 2026. La firma predice que un arancel elevado del 130 por ciento sobre estos 9 millones de iPhones podría resultar en una reducción del 5 por ciento en las ganancias por acción (EPS) de Apple.
A pesar de los esfuerzos de Apple por trasladar la producción a la India, Jefferies sugiere que la compañía aún puede depender de sus capacidades de fabricación chinas para satisfacer la creciente demanda de iPhones en el mercado estadounidense:
“Es poco probable que Apple satisfaga toda la demanda estadounidense desde su base de producción india en el corto plazo, lo que la deja más expuesta si se aplican aranceles”.
Jefferies estima que Apple podría anticipar el envío de alrededor de 9 millones de unidades de iPhone desde China a Estados Unidos en el año fiscal 2026, que comienza en octubre.
Mientras Apple enfrenta estos complejos desafíos, aún queda por ver con qué eficacia la empresa puede gestionar los aranceles aduaneros y las fricciones geopolíticas y, al mismo tiempo, satisfacer la demanda de los consumidores.
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